En los terrenos que no cuentan con cobertura vegetal este fenómeno puede generar el estrangulamiento del hipocótilo, tras la germinación de la semilla.
El estrangulamiento del hipocótilo en plántulas de soya, causado por las temperaturas elevadas del microambiente en que se encuentran, es uno de los riesgos que se presentan en la campaña de verano en Santa Cruz.
Marín Condori, docente e investigador de la Universidad Gabriel René Moreno (UAGRM), explicó que este caso se da cuando la semilla germina y la plántula emerge entre terrones secos, el suelo desnudo y seco absorbe la radiación solar y eleva la temperatura por encima de los 60 grados.
El calor deshidrata y causa la muerte de las células del tejido tierno, en la línea de la superficie del suelo y expone a los productores a grandes pérdidas.
“Estamos entrando al verano y el calor se va a acentuar, en este caso los efectos adversos que se puedan producir serán el efecto directo de las malas prácticas en la agricultura convencional”, manifestó Condori.
Como aspectos adversos que utilizan los agricultores citó al desmonte por ejemplo, no aplicación de la siembra directa, remoción del suelo como rome plow y rastras que dejan al suelo sin cobertura vegetal.
“En los terrenos sin cobertura vegetal se produce el estrangulamiento del hipocótilo en las semillas recién germinadas, por efecto de la radiación solar”
En esas condiciones el daño de la alta temperatura se acentúa porque el terreno está desnudo y por la reflexión que hay de los terrones genera el daño al tejido nuevo de las plantas.
“Esto se da con mayor severidad cuando la planta está en emergencia, hasta los 20 días más o menos por efecto del calor se dobla el cotiledón, pero cuando comienzan a formarse las hojas se acaba el problema”, agregó el docente.
En base a los antecedentes mencionados Condori sugirió buscar variedades de soya que sean tolerantes a las altas temperaturas, pero se trata de un trabajo de investigación que demora 10 a 15 años.
La sugerencia para los agricultores es aplicar la siembra directa, porque el rastrojo de un anterior cultivo ayuda de gran manera a disminuir la temperatura del suelo. Otra opción es la rotación de cultivos.
La época de siembra también debe ser sujeto a revisión con el fin de evitar pérdidas durante la germinación de las plantas. Eso implica elegir los periodos donde se registra menor intensidad de calor asociado a la época de lluvia.
Desde su punto de vista, en la zona este de Santa Cruz se presentará con mayor frecuencia el efecto del calor en las plántulas debido a que el régimen de lluvias es menor respecto del sector norte.
Fuente: Publiagro