Anapo Avanza en la fertilización y nutrición de cultivos para mantener el potencial del agro cruceño

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Si bien Santa Cruz es un departamento con condiciones de fertilidad de sus suelos adecuadas, los productores de oleaginosas y trigo han decidido desarrollar el Programa que valida recomendaciones técnicas para mantener la tierra con los nutrientes en sus niveles óptimos.

Mantener el nivel óptimo de los suelos, con miras a una producción eficiente, es uno de los principales desafíos de los productores de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), además de una tarea en la que desean incidir desde hace varios años.Desde la campaña de verano 2019/2020 dieron un paso significativo en ese objetivo,con la implementación de la Red Experimental de Ensayos para determinar las respuestas a la fertilización con nitrógeno, fósforo, potasio y otros nutrientes, en cultivos de soya, maíz, trigo y sorgo, en distintos ambientes de producción en Santa Cruz. De esa manera, contribuyen a la generación de un sistema de recomendaciones para un manejo responsable de nutrientes de la región de Santa Cruz.

Fernando García, agrónomo argentino de reconocida trayectoria en el mundo como especialista en nutrición vegetal y de suelos, es parte de la mencionada Red y describe las características de las tierras cruceñas cultivadas por los productores de Anapo, sobre todo en el norte y el este del departamento. Asimismo, aborda el potencial que existe en otras áreas y la necesidad de concientizar a los agricultores para que no se confíen solo en la fertilidad de origen, sino que procuran devolver a la tierra todo lo que da.

¿Cuál es el trabajo que se realiza desde Anapo para aportar al mantenimiento fértil de las tierras?
En general, los productores asociados a Anapo tienen prácticamente una tradición de rotación de cultivos; es decir, alternan la siembra de soya con otras como el sorgo, el girasol, el maíz y otros. Con eso buscan sostener no solo la fertilidad química de nutrientes, sino también la física y biológica. Esto de rotar con toda esa experiencia que se tiene, y que se ha probado en los centros experimentales de Anapo, en la zona norte y en la zona este, muestra el interés de mantener una buena salud del suelo.

En la línea que trabajamos desde hace un par de años con el equipo técnico de Anapo,logramos detectar deficiencias, confirmamos la información e intervenimos para apoyar a los productores. Las zonas del norte integrado y del este son distintas en cuanto a condiciones climáticas y de suelo; el primero suele ser deficiente en fósforo y potasio, principalmente, mientras que el nitrógeno es deficiente en ambas zonas.

Lo que hacemos desde la Red Experimental de Ensayos es analizar los suelos para definir el manejo correcto de los nutrientes. Nuestra preocupación es mantener buenos niveles de fósforo, que es un macronutriente para todos los cultivos, calibrar fertilidad, conocer cuál es la respuesta de los cultivos. Cuando vemos que el nivel de fósforo es deficitario, definimos qué minerales o abonos orgánicos hacen falta.

¿Entre todos los cultivos que más trabajan los productores de Anapo, qué nutriente de la tierra es el más necesario para una mejor producción?
En el Este uno de los más necesitados es el nitrógeno, seguido por el azufre debidos a las caídas de la materia orgánica. También hay una necesidad de fósforo. Cuando hablamos en general del trigo, maíz, sorgo -todo lo que no es soya- la preocupación es por el nitrógeno, ya que tanto el norte como el este son zonas deficitarias en ese mineral. Los suelos de Santa Cruz, en su condición nativa original, son muy fértiles y esto se debe en partes a las características de los suelos de Argentina y del oeste de Paraguay, los campos que denominamos chaqueños o pampeanos, que son muy ricos.

En Santa Cruz hay algunas zonas deficitarias en fósforo, pero las condiciones de fertilidad igual son muy altas. Ahora bien, la agricultura impone una diferencia a medida que pasan los años, porque vamos sacando nutrientes del suelo. Mientras más ganamos quiere decir que se ha exigido cada vez más rendimiento de la tierra. Es como una caja de ahorro en el banco, uno va sacando y sacando, pero si quiere mantener su seguridad financiera tendrá que reponer lo que extrajo.

En su experiencia con los productores de Santa Cruz, ¿pudo apreciar que hay una conciencia mayoritaria y fuerte de reponer a la tierra los nutrientes que proveyó para la producción de alimentos?

En mi experiencia como agrónomo, llevo muchos años trabajando con productores de Santa Cruz y he visto con el transcurso del tiempo que hay productores bastante conscientes. Sin embargo, todavía hay mucho por trabajar ya que los suelos siempre han sido muy ricos y no hay una cultura de mantener la fertilidad. Precisamente en eso estamos trabajando ahora, en ayudarlos y guiarlos de la mejor manera para determinar cuándo y cómo se debe ir devolviendo a los suelos sus nutrientes. Por ahora la devolución es baja, alrededor de un 20%a 30% de los productores se dedica a devolver los nutrientes que gastó; esto quiere decir que debemos mejorar a partir de un trabajo constante de transferencia de conocimientos.

¿Qué se necesita para generar esa conciencia en los productores?
Santa Cruz tiene mucho potencial, ya aporta mucho, pero tiene mucho más para dar. Hemos visitado la zona de la Chiquitanía y vimos que hay mucho potencial al igual que la zona de los valles, donde hay oportunidad para otros cultivos importantes tanto para la soberanía alimentaria como para el desarrollo social y económico de las regiones. Hay condiciones climáticas envidiables para muchos países del mundo.

Este departamento tiene una actividad agrícola muy fuerte y un potencial enorme. Por ello, cuidar los suelos es crucial, ya que son un recurso no renovable y es sobre ellos que sostenemos la vida de la gente. Para cuidar la salud de estos suelos es muy útil la rotación de cultivos, pero también hay productores cruceños que están optando por cultivos de cobertura como la brachiaria, que sirven para mejorar la fertilidad, engordar la tierra, darle de comer al suelo.

En los últimos años también Anapo Comenzó a trabajar con la urea producida en el país.

¿Cuál es la efectividad de este fertilizante en comparación con otros?
La urea es una fuente de nitrógeno importante y es, a nivel mundial, el fertilizante químico más utilizado para aportar este gas. Es muy significativo tener urea en el país, sin embargo, en la tarea de mantener la fertilidad de la tierra es muy importante saber cuándo y cómo.

Hay cultivos como la soya, que por kilo de granos extraer más nutrientes de la tierra, y esto es porque cada kilo tiene un valor energético alto, tiene más aceite y proteína que el trigo y el maíz, su concentración es fuerte y a eso se suma cuánto se produce. Por ello, no es cuestión de tirar al suelo los nutrientes, sino aplicarlos como se debe: se debe ver las condiciones de cada suelo ya que hay dos formas de degradar la tierra: no aportando lo que necesita o sobre abonando. Muchas veces uno puede aplicarlos y generar un problema más que una solución.

Información relevante
El programa de la Red Experimental de Nutrición de Cultivos, es una iniciativa de Anapo con el objetivo de llevar adelante recomendaciones de fertilización para los principales cultivos de Santa Cruz. Para ello, ha contratado los servicios de los doctores Fernando García y Nahuel Reussi, ambos de la República Argentina, especialistas en fertilidad, manejo de suelos y nutrición de cultivos.

Su apoyo está relacionado sobre todo a dar asesoría al equipo técnico de Anapo,para el desarrollo de los trabajos con la implementación de los ensayos en las principales zonas productivas de Santa Cruz.Para esta campaña de invierno 2022 se concluirá con los trabajos del programa y se estima con ello validar y generar las recomendaciones de fertilización y nutrición vegetal para cultivos extensivos de soya, maíz, trigo y sorgo.

Fernando Oscar García Chávez.

Fuente: Anapo

Redacción: Publiagro