El conflicto implica el aumento de precios del aceite, cereales, harina, pan y otros alimentos básicos.
Quizás muchos ciudadanos no hayan sentido el impacto causado por la invasión de Rusia a Ucrania, pero en poco tiempo apreciará cómo suben en forma drástica el precio de los alimentos básicos, lo que plantea cambiar muchos hábitos alimenticios.
Un interesante estudio publicado en el portal de Telemundo 47 establece algunas características del problema que se ha generado por el conflicto bélico con el aumento de numerosos insumos para la cosecha de rubros agrícolas, aspecto que se verá necesariamente reflejado en muchos países.
Suben los precios de los alimentos en EE.UU.
El estudio señala que si bien en Estados Unidos, por ejemplo, se ha visto golpeado por el alza de precios de la gasolina como un efecto colateral y devastador de la guerra, es preciso analizar las otras batallas que se libran en Ucrania: una de ellas es la de los alimentos.
«El informe recalca que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) constata en su informe sobre el mercado mundial de los alimentos básicos correspondiente a marzo que, como en el caso de los cereales, la guerra ha impactado de forma significativa el mercado mundial de los aceites de origen vegetal, esto al limitar de forma drástica el comercio desde esa zona en conflicto, en particular la exportación de aceite de girasol.
En lo que respecta al girasol, el USDA señala que, en una campaña normal, Ucrania y Rusia sumarían en torno al 80% del comercio mundial de harina y aceite de girasol. Pero el cierre de los puertos y de las instalaciones de molturación en Ucrania ha llevado a una extremada limitación en las exportaciones.
El USDA señala que la guerra en Ucrania agudizó aún más la tendencia de precios al alza en el mercado mundial que ya se venía observando debido a la sequía en Canadá, que es el principal exportador de aceite de colza del mundo, con más de la mitad del total.
Además, en Sudamérica ha disminuido la cosecha de soya hasta su nivel más bajo de los seis últimos años.
En el caso de las semillas de girasol, el USDA ha recortado su estimación previa en un 57%, la del aceite en un 14% y la de la harina en un 13%. También ha revisado a la baja las exportaciones rusas respecto al informe de febrero: -33% para las semillas de girasol, -4% para el aceite y -3% para la harina.
En cuanto al colza, tanto Ucrania como Rusia representan en torno al 20% de las exportaciones mundiales de la semilla y algo más del 15% del aceite.
“Las posibles interrupciones en las actividades agrícolas de estos dos principales exportadores de productos básicos podrían aumentar gravemente la inseguridad alimentaria a nivel mundial, en momentos en que los precios internacionales de los alimentos y los insumos ya son altos y vulnerables”, expresó Qu Dongyu, director general de la FAO, con sede en Roma.
Ucrania en una encrucijada
Ucrania es el cuarto exportador mundial de maíz y el cuarto de trigo. Además, como lo enfatiza el USDA en su último reporte, el 40% de las ventas internacionales de aceite de girasol proceden del país en guerra.
Pero las cosechas procedentes de Ucrania no son la única preocupación persistente. Rusia es uno de los mayores productores de fertilizantes en el mercado internacional y aporta un tercio de las exportaciones mundiales de granos.
La urea ha triplicado su precio
Según la FAO, la urea, un componente clave para los fertilizantes de suma demanda, se ha triplicado en precio en los últimos 12 meses. Esto equivale a un aumento de los precios de los alimentos. La FAO estima un incremento global de entre un 8% y un 22%.
Ucrania y Rusia suministran en conjunto el 52% de las exportaciones mundiales de aceite de girasol. También representan el 19% del suministro mundial de cebada, el 14% del trigo y el 4% del maíz.
La advertencia que lanzó la FAO es tajante al asegurar que es incierto que otros países exportadores podrán suplir el suministro que garantizaban al mundo, Rusia y Ucrania.
Fuente: Telemundo 47
Redacción: Publiagro