La fiebre del oro se encuentra a pleno vapor en las aguas del río kaka. Potentes maquinarias excavan las entrañas del afluente fluvial utilizando el peligroso mercurio, que según señalan los indígenas del lugar, ya empieza a contaminar las riberas del parque. Lo más peligroso es la amenaza que tienen de que al acabarse el oro en el río ingresen a «devorar» el parque.
Las explotaciones mineras acechan el Parque Nacional Madidi, un área protegida altamente diversa de Bolivia, repleta de bosques y de animales que ahora se encuentran en serio peligro ante la cercanía de los buscadores de oro que cada día se acercan más a este pulmón vegetal.
En un trabajo del canal de televisión alemán DW muestra la cruda realidad de este problema que debe ser tomado en muy cuenta y con todo rigor por las autoridades competentes y en general por todos los sectores del país.
Señala el informe televisivo que las comunidades indígenas denuncian severos daños al medio ambiente, por el uso de mercurio que separa el oro de los materiales extraídos del fondo del río, por lo que terminan cultivando y pescando en tierras y aguas contaminadas.
Una de las regiones de selva más importantes del mundo
El parque nacional conserva una de las regiones selváticas más importantes del mundo en la cual habitan 1.865 especies de plantas y 867 especies de aves, 156 especies de mamíferos, 84 especies de anfibios, 71 especies de reptiles y 192 especies de peces. Muchos científicos coinciden que dentro del parque hay muchas especies que todavía no fueron descubiertas.
Resaltan en el reportaje que el río kaka es un afluente amazónico ubicado muy cerca del parque. Desde hace siete años ha sido invadido por dragas y planchones que extraen oro de las entrañas del río.
«Las riberas del río están abriéndose paso por todo el bosque y sin dudas es algo que está destrozando toda esta región», sostiene Alex Villca, vocero de la Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas.
La minería ocasiona severos daños
Sostiene el entrevistado que la minería está ocasionando severos daños al medio ambiente ya que asegura se está contaminando el agua, el suelo y el aire.
«En estas condiciones difícilmente los pueblos indígenas y la sociedad en su conjunto podrán producir lo que necesita para alimentarse», manifiesta con honda preocupación.
Se sabe que la población indígena tiene una larga trayectoria minera, pero realizan su explotación en forma artesanal, utilizando bateas. Ahora lo que se aprecia es maquinaria pesada que devora todo lo que encuentra a su paso para extraer el oro.
Nelson Zabala, un indígena de la zona, solicita de las autoridades que se debe permitir sacar el oro, pero en forma artesanal como lo han realizado sus antepasados y ahora ellos tratan de mantenerse en el negocio, aunque disminuidos ante la tecnología destructiva.
La utilización de mercurio es letal
La mayor preocupación es que muchas cooperativas mineras están usando mercurio para separar el oro de todo el material extraído con las dragas del fondo del río. Sin embargo, este peligroso producto llega a las montañas y comienza a notarse la destrucción del medio ambiente.
Además la población indígena tiene ahora que comer peces contaminados con mercurio y por ello también está en un gran peligro la salud de estos bolivianos.
«Consumimos el agua directamente del río porque aquí no hay agua potable» dice con resignación y pesar Nelson Zabala.
La Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera en Bolivia es la encargada del registro, control y fiscalización de la actividad minera. Su directora Brenda LaFuente afirmó al canal DW que realizan operativos de control en las zonas de explotación.
Sin embargo, los indígenas aseguran que la legislación que existe en el país no se aplica en los hechos.
«No apreciamos una acción de reforestación ante los destrozos que están causando», sostiene Villca
De paso temen que la actividad minera termine por trasladarse al Parque Nacional Madidi tan pronto se agote el oro en el río que está a solo 10 kms rio arriba.
Fuente: DW
Redacción: Publiagro
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