La investigadora brasilera Michel Rocha da Silva, considera que esta enfermedad tiene como síntomas típicos a pequeñas lesiones de color tostado que aparecen en la superficie y en la clorosis de la hoja. Las trampas de esporas es un método importante para capturar esos insectos.


Importantes estudios revelan que la roya asiática de la soya es la enfermedad más importante de las plantaciones de ese grano en Brasil y por esa razón se afectan los rendimientos de este rubro en casi todos los países donde se cosecha, al punto de que puede provocar pérdidas de hasta el 90% si no se aplican los debidos controles.
La roya asiática de la soya es una enfermedad producida por un patógeno biótrofo que necesita de un huésped vivo para sobrevivir, que se dispersa a través de esporas que transporta el viento y se depositan en la canopia del cultivo.
Esa roya es causada por un hongo llamado Phakopsora pachyrhizi, hallado por primera vez en 2001 en la parte occidental de Brasil.
En un interesante artículo suscrito por la docente y especialista Michel Rocha da Silva, de la Universidad Federal de Santa María de Brasil, sostiene que los síntomas típicos de la roya de la soya son pequeñas lesiones de color tostado en la superficie de la hoja y clorosis de la hoja.
«Esto conduce a una defoliación prematura. Sin hojas, la planta no puede participar en la fotosíntesis y proporcionar energía para la producción de semillas de calidad», argumenta la investigadora.
Presentó en su escrito algunas posibles protecciones a este problema al señalar que «la protección de nuestros cultivos de soya es de suma importancia para nuestros agricultores. La superficie sembrada con soya en Brasil se ha triplicado durante los últimos 25 años»
Agrega que simultáneamente al aumento de acres de soya plantados, las plagas y enfermedades comenzaron a amenazar la sostenibilidad del cultivo en Brasil.
Si el hongo está presente, es posible que no se propague por el campo a menos que las condiciones ambientales sean favorables. Las condiciones ambientales óptimas para la infección por roya de la soya incluyen una temperatura de alrededor de 50 a 82° F y un período de rocío mayor de 6 horas.
Claras especificaciones de esta enfermedad están centradas en conocer que la roya asiática de la soya se reproduce produciendo esporas.


Las trampas de esporas
En 1985, Seiji Igarashi desarrolló una trampa de esporas especializada para la detección temprana de este hongo en los campos. La trampa de esporas se ha utilizado para ayudar a los agricultores a definir cuándo es necesario aplicar un fungicida en función de todos estos factores.
La trampa recolecta esporas, si las hay, y ayuda a los agricultores a manejar mejor la roya de la soja asiática en sus campos, sostiene la docente.
«La trampa está compuesta por un cilindro y un ventilador que fuerza el aire a través del cilindro. Se instala sobre el dosel de soya, dentro del campo. Semanalmente, se recolecta una placa con un pegamento transparente de la trampa de esporas y se analiza para la identificación de la roya de la soya. Si se encuentran esporas y las condiciones ambientales fueron favorables para la infección, se recomienda que el agricultor aplique fungicida en el campo de soya.
Con experimentos en una granja se compara la gestión fungicida real versús la gestión fungicida basada en la detección de esporas y la investigación muestra que se puede reducir la aplicación de fungicidas hasta en un 50% utilizando trampas de esporas.
«Esto es lo mejor para el medio ambiente y reduce los costos para los productores de soya», culmina la intervención de la especialista en este tema.
Fuente: Mundo Agropecuario
Redacción: Publiagro

