El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT) informó este martes que, con la aprobación del Decreto Supremo N° 4560 que crea el Programa de Intervención para el Mejoramiento de la Producción de Piña de Exportación y Mercado Nacional, el Gobierno traza las estrategias para encaminar la reactivación productiva, soberanía alimentaria y apoyo a la producción nacional de piña.


El programa busca incrementar el rendimiento potencial del fruto en función al apoyo integral del sector, bajo una visión de competitividad y sustentabilidad; tendrá un periodo de ejecución de cinco años (de 2021 a 2025), una inversión de Bs 60,3 millones y alcanzará una cobertura de 14 municipios en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
“Este programa busca beneficiar directamente a 2.500 familias productoras y será implementado por el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, a través del Fondo de Desarrollo Integral (Fonadin), en coordinación con el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) y el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag)”, detalla un reporte del MDRyT.


El plan está integrado por cuatro componentes: innovación, sanidad vegetal e inocuidad, producción y post cosecha y mercado, cuya premisa es convertir a Bolivia en una región potencial en el cultivo orgánico de esa fruta tropical.
“El apoyo que está dando el Gobierno será beneficioso para nosotros, los agricultores y productores de piña. Para plantar una hectárea necesitamos por lo menos unos 30.000 bolivianos (…). Este trabajo implica muchas tareas, por ejemplo, la preparación y mejoramiento del terreno, mano de obra, compra de insumos como foliares e insecticidas”, sostuvo Justino Montaño, productor de piña del Sindicato Illimani del trópico de Cochabamba.
Con la implementación del programa se proyecta incrementar la producción de piña de 17 a 37 toneladas (t) por hectárea; a su conclusión, se estima la exportación de 3.295 t y generar 53.950 t para el mercado interno.
La estrategia de intervención contempla, además, investigación, desarrollo de tecnologías, reducción de agroquímicos, mejoramiento de mecanismos de control, sanidad vegetal e inocuidad alimentaria, asistencia y capacitación técnica, reacondicionamiento de infraestructura, control de plagas, entre otras acciones.
Fuente: ABI

