Por intermedio de un video difundido por el apicultor Juan Vargas puede apreciarse la magnitud de este desastre que deja casi en la ruina a decenas de apicultores de la región. Se presume que nuevamente el uso de pesticidas fue el causante de esta devastación.


No se sabe cuál fue el motivo exacto que produjo la reciente mortandad de abejas en la zona de Río Grande en el departamento de Santa Cruz, pero todo apunta a que la causa de este desastre fue presuntamente una masiva fumigación con agroquímicos tóxicos, según se desprende de un informe difundido a través de Facebook Live por el portal Guardiana Bolivia.
«Todos nuestros apiarios consistentes en más de cien colmenas quedaron destruidos y nos han perjudicado la cosecha de miel de la presente temporada», manifestó con dolor el apicultor Juan Vargas afectado por esta calamidad.
Se estima que al menos 300 colmenas fueron afectadas en una primera «indagación» en el lugar.
En el video filmado por el mismo apicultor puede apreciarse la muerte de millones de abejas en la referida zona, dejando prácticamente inutilizadas innumerables colmenas y se calcula que también desaparecen muchos núcleos.
Este hecho es catalogado como una debacle ambiental. Reportes de prensa indican que el veneno que destruye a las abejas puede tratarse de un insecticida que se utiliza para combatir las plagas que afectan a los cultivos agrícolas, pero también liquidan a las abejas.
En el lugar se puede apreciar como el apicultor muestra la impresionante mortandad de abejas producida presuntamente por los agrotóxicos.


Enormes pérdidas
Se trataba de colonias de estos insectos que producían una gran cantidad de miel con la que se ganaban su sustento una gran cantidad de apicultores de la zona que ahora se muestran desolados, ya que se acaban sus fuentes de trabajo.
La zona del Río Grande ha sido afectada por este tipo de actos criminales como pudo apreciarse recientemente cuando una docena de productores perdió el cien por ciento de 450 colmenas y 200 núcleos que iban a dar una cosecha de 15 toneladas de miel.
Estimaron en esa ocasión que una ráfaga de veneno fue la que mató a más de 27 millones de polinizadoras lo cual fue catalogado en su momento como otro duro golpe que recibe el medio ambiente.
La pérdida de estas polinizadoras es uno de los efectos más nocivos, pues con la utilización de los pesticidas acaban también con la importante especie.
Las colmenas afectadas iban a dar este año una cosecha de 15 toneladas de miel, por lo que se calcula que es una cifra muy elevada en pérdidas las que han sufrido los apicultores.
Se conoció, a través de una información publicada en el portal de JORNADA.COM.BO, que el Gobierno investigará con un equipo de especialistas las causas que provocaron la muerte de las abejas, en las que por lo menos 300 colmenas fueron afectadas.
La investigación será practicada por un grupo de zootecnistas, agrónomos, personal del Ministerio de Medio Ambiente y Agua y entomólogos, expertos que estudian los insectos.
El equipo tomará muestras del lugar como también de las abejas para luego llevarlas a un laboratorio para conocer las causas de su muerte.
Fuente: Publiagro

