La moderna instalación, inaugurada en la ciudad de Cochabamba, servirá para fortalecer los programas de investigación agrícola que lleva adelante el SENASAG, en especial, el combate a las moscas que destruyen la producción frutícola.
A un costo de más de 93 millones de bolivianos fue inaugurado el laboratorio Lidiveco, en la ciudad de Cochabamba, por parte de la Jefatura de Sanidad Vegetal del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG), una obra creada para fortalecer los programas de investigación agrícola, en especial el combate a las moscas que destruyen los cultivos de frutas.
El ingeniero Mezoth Shiriqui, jefe nacional de Sanidad Vegetal Nacional, se mostró complacido por estar en la ciudad de Cochabamba para poner en marcha este nuevo servicio que viene a fortalecer la labor del SENASAG en el departamento.
«Tenemos numerosos programas, pero en este caso, podemos contar ya con un moderno laboratorio, que reforzará más el trabajo para el servicio de los productores de la región», destacó Schriqui.
Se refirió, igualmente, a una serie de programas que ha iniciado la jefatura a su cargo, entre ellos el referido al combate a las moscas que destruyen los cultivos de frutas, jornadas que comenzaron este año y culminarán en 2025.
Igualmente, anunció que está en marcha el programa del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que abarca el período 2019-2021 con el que se benefician en forma directa más de 1.500 productores y además genera muchas facilidades para investigaciones destinadas a paliar enfermedades en las frutas como la chirimoya, durazno, manzanas y paltas.
«Este programa abarca más o menos a diez municipios en los cuales ya se está trabajando y se han firmado convenios y creado las alianzas correspondientes para llevar adelante esas labores», subrayó.
Informó que Cochabamba fue elegida por dos misioneros mexicanos, especialistas en el tema de la mosca, quienes decidieron que este proyecto se realice en Cochabamba, porque allí daban las mejores condiciones para llevar a cabo este emprendimiento.
Shiriqui explicó que a partir del 18 de noviembre del año en curso comenzarán a llegar las pupas, es decir unos 160 millones de moscas estériles, las cuales llegarán por etapas en 54 envíos a través de Argentina para luchar contra esta plaga que afecta la producción frutícola del departamento.
En su explicación dijo que serán utilizadas unas dos mil moscas estériles por hectárea, suficientes para contener el grueso de la plaga y se frenará así el avance del díptero en las frutas.
Entre las otras actividades que lleva adelante su despacho precisó que está la referida a establecer la comisión fitosanitaria del cultivo del manzano; la priorización de la plaga de las moscas con la instalación de trampas en la región de Valle Alto y el monitoreo de ese problema.
«Suponemos que para el año 2023 ya estarán cubiertas con este programa más de tres mil hectáreas para la protección al cultivo de las frutas en el departamento», enfatizó el funcionario.
Otro de los logros que resaltó fue que ya se eliminó del 12% al 5% de la mosca para beneficio de la producción de frutas en la zona priorizada.
Enfatizó que con estas acciones se incrementará la producción de duraznos, manzanos, chirimoyas, paltas y otros frutos con interés de proyección.
«Al menos 78 técnicos y 3.000 productores están involucrados en esta tarea que dirige la jefatura de la Sanidad Vegetal del SENASAG, y también se han incorporado los colegas de la jefatura de la Sanidad Animal, junto a los de la Seguridad Alimentaria».
Para finalizar manifestó que tanto el laboratorio que inauguraron como todos los programas que están en marcha, vienen a satisfacer a toda Cochabamba, a sus productores y a todos los que se beneficien de las nuevas investigaciones.
La inversión fue de 93 millones de bolivianos
Por su parte, el viceministro de tierras, Gustavo Terrazas señaló la importancia del laboratorio que fue inaugurado, señalando que en esta nueva institución se invirtieron 93 millones de bolivianos aproximadamente.
Destacó que la inversión se distribuyó en 400 mil dólares en obras civiles y alrededor de un millón de dólares en equipamiento. El resto, se empleó en otros aspectos relativos a la moderna instalación.
Fuente: Publiagro