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El cultivo de sorgo registra el mayor crecimiento con 435.000 hectáreas sembradas, que representa un 12% de incremento con relación al invierno anterior, mientras que la chía decreció a 19.000 hectáreas, 24% menos que el ciclo de invierno pasado.
La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) desafía la pandemia del coronavirius y proyecta un 5% de crecimiento del área sembrada en la campaña de siembra de invierno. A decir de su gerente general, Jaime Hernández, el sector estima abarcar 1.128.000 hectáreas con los cultivos de sorgo, girasol, trigo, maíz, chía y soya, un 5% más de la superficie sembrada en el ciclo de invierno anterior. “Solo falta la siembra de soya que comenzó este mes y se espera que concluya en julio”, dijo.
Según Hernández, el cultivo de sorgo registra el mayor crecimiento con 435.000 hectáreas sembradas que representa un 12% de incremento con relación a la campaña de invierno anterior, unas 30.000 hectáreas más (430.000 en total).
En sentido opuesto, dijo que el área sembrada de chía decreció a 19.000 hectáreas que son 24% menos al ciclo de invierno anterior.
De las previsiones de producción, afirmó que es muy pronto hacer una estimación porque dependerá de las condiciones climáticas que se presenten durante el desarrollo de los cultivos y que determina los niveles de productividad. Sin embargo, dijo que se espera alcanzar una cosecha de 2 millones de toneladas de granos.
Contextualizó que la cosecha de sorgo, girasol, trigo, maíz y chía comenzará a fines de julio y, en el caso de la soya, se estima que empiece a partir de noviembre. “Si bien no hemos tenido una situación normal en el desarrollo de las actividades se logró, en coordinación con las autoridades, concluir la cosecha de verano y trasladar la producción hasta los silos de acopio. También se garantizó la provisión de insumos para la siembra de los cultivos de invierno de rotación”, apuntó Hernández.
Consultado sobre el aumento en la superficie de siembra pese a la pandemia, el presidente de Anapo, Marcelo Pantoja, dijo que siempre se precisa un cultivo de invierno para rotación (conservación de suelos), y los productores concentraron su interés en el sorgo y no tanto al maíz, debido a que sirve para alimentar el ganado y producir etanol.
Según el gerente general de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Edilberto Osinaga, los efectos de la pandemia del coronavirus y la caída de la demanda y de precios de los productos agropecuarios acorralan al sector productivo de Santa Cruz, por eso llama la atención el repunte de la siembra de invierno. Cree que llegó el tiempo de que el Gobierno active las medidas de alivio anunciadas para recuperar la economía sectorial y suprimir el riesgo de que la producción disminuya en la próxima campaña del ciclo de verano y eso afecte la oferta de alimentos.
Fuente: El Deber