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LEn el actual escenario se inició el debate de cómo orientar la economía tras superar esta pandemia. “Es hora de abandonar nuestros sistemas económicos intensivos en recursos y beneficios que han creado estragos en el mundo, alterando los ecosistemas del planeta y socavando los sistemas de salud, justicia y democracia de la sociedad”, enfatiza un manifiesto firmado por organizaciones ambientalistas de Italia, Francia, Canadá, Alemania. Turquía. Argentina, Australia, Chile, India, Brasil, Bolivia, entre otros.
La pandemia persiste y las cifras crecen a diario, entre sistemas de salud deficientes y colapsos de las economías y desde los gobiernos ya se plantean las medidas cuando esta emergencia acabe. En esa línea, más de 400 organizaciones de todo el mundo hicieron público un manifiesto en el que, entre varios puntos, sugieren a los países encaminar la agricultura sostenible y promover la alimentación orgánica y agroecológica.
“Nos comprometemos, como coalición planetaria, a instar y exhortar a las autoridades y representantes de los gobiernos de países, ciudades, pueblos y comunidades, a que pasen del paradigma de ecocidio que hoy rige nuestros modelos de productividad, a un paradigma en el que la responsabilidad ecológica y la justicia económica sean fundamentales para crear un futuro saludable y vibrante para la humanidad”, detalla el documento firmado en el marco del Día de la Madre Tierra y planteando políticas que se comiencen a elaborar.
Desde que el coronavirus comenzó a expandirse desde China al mundo, en diciembre de 2019, los diferentes países se vieron afectados pese a las diferencias económicas entre unos y otros. Pero fundamentalmente Latinoamérica registra datos críticos por población, dados los bajos niveles de calidad en sus sistemas de salud y servicios básicos. Los gobiernos se vieron obligados a usar mucho de sus recursos económicos para la atención de esta emergencia y a solicitar préstamos internacionales.
Frente a esto, se inició desde diferentes voces el debate de cómo orientar la economía tras superar esta pandemia. “Es hora de abandonar nuestros sistemas económicos intensivos en recursos y beneficios que han creado estragos en el mundo, alterando los ecosistemas del planeta y socavando los sistemas de salud, justicia y democracia de la sociedad”, enfatiza este documento firmado por organizaciones ambientalistas de Italia, Francia, Canadá, Alemania. Turquía. Argentina, Australia, Chile, India, Brasil, Bolivia, entre otros.
Por ello, se sugiere “practicar una agricultura sostenible basada en la integración de la diversidad de cultivos, árboles y animales”.
Frente a esta pandemia y el consiguiente colapso económico mundial, así como el “colapso de las vidas y los medios de subsistencia de millones de personas”, estas organizaciones como la Coordinadora Nacional Defensa de Territorios Indígenas Originarias Campesinas y Áreas Protegidas (Contiocap), Plataforma Agroecológica del Trópico, Sub Trópico y Chaco, Probioma, Territorios en Resistencia, entre otros de Bolivia, establecieron estas sugerencias para los gobiernos:
-Promover y proteger la riqueza de la biodiversidad en nuestros bosques, nuestras huertas y alimentos para detener la destrucción de la tierra y la sexta extinción masiva.
-Promover los alimentos locales, orgánicos, agroecológicos y saludables mediante sistemas alimentarios locales biodiversos y culturas y economías de cuidado. (mercados de agricultores, biodistritos).
-Dejar de subvencionar a la agricultura industrial y los sistemas insalubres que crean una carga de enfermedad.
-Poner fin a los monocultivos, a la manipulación genética de plantas y a la cría industrial de animales que están propagando patógenos y resistencia a los antibióticos.
-Practicar una agricultura sostenible basada en la integración de la diversidad de cultivos, árboles y animales.
-La salud debe tener prioridad sobre los intereses de las empresas en lo que respecta al uso de productos químicos y plaguicidas en la alimentación y la agricultura. Debe aplicarse el principio de precaución.
-Dejar de utilizar el “Crecimiento” y el PIB como medidas de la salud de la economía. El PIB se basa en la extracción de recursos de la naturaleza y la riqueza de la sociedad.
Fuente: Agencia de Noticias Fides ANF