Bolivia y Perú acordaron reestablecer el ingreso de soya y sus derivados a suelo peruano, después de que el país vecino restringiera su ingreso en represalia al anuncio de frenar el ingreso de productos del vecino país.
Los Gobiernos de Bolivia y Perú lograron solucionar un impasse que mantuvo varados a más de un centenar de camiones en la frontera entre ambos países. El conflicto se debió al anuncio hecho por el Estado boliviano de restringir el ingreso de hortalizas peruanas.
Esto generó malestar en el país vecino que, en un acto de reciprocidad, trabó el ingreso de productos como soya y sus derivados, chía y carne vacuna. Sin embargo, luego de varias horas de negociación, todo quedó zanjado y se restableció el ingreso de los productos bolivianos a ese país.
El génesis del conflicto surgió el 15 de enero cuando el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Mauricio Ordóñez anunciara, en un acto público en Tarija, que no daría “autorización para la importación” de hortalizas peruanas, o cualquier producto de este tipo, luego de haber sostenido un encuentro con productores nacionales.
La advertencia fue cuestionada por integrantes del transporte pesado, que se vieron afectados cuando el 21 de enero el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) de Perú suspendió la importación de soya y sus derivados, chía y maní, así como la compra de carne bovina.
En aquella oportunidad, la entidad peruana dijo que la medida se tomó debido a que necesitaba actualizar los protocolos fitosanitarios para los productos bolivianos.
“Es una medida sin sustento técnico que afecta a más 3.000 camiones que realizan comercio exterior tanto a Chile como a Perú”, dijo Marcelo Cruz, dirigente del transporte pesado.
Después de la restricción peruana, ayer Ordóñez encabezó una comisión para destrabar el conflicto, que en ese momento ya tenía cerca de 150 camiones parados con mercadería en la localidad peruana de Desaguadero.
La mesa de diálogo se instaló a las 5:30 (hora boliviana). Luego de varias horas de debate, al mediodía de ayer autoridades de ambos países dieron por solucionado el conflicto.
Del lado de Bolivia, Ordóñez, aseguró que el impasse se debió a una confusión comunicacional.
“Queremos anunciar que estamos dando continuidad a la exportación de derivados de soya, chía y carne bovina. No tenemos ninguna restricción a los productos peruanos y Perú ha abierto los puertos a los productos bolivianos”, señaló la autoridad y agregó que ambos gobiernos acordaron reforzar el control fronterizo para evitar el ingreso de productos de contrabando.
De parte del Gobierno peruano, Miguel Quevedo, director del Senasa, señaló que el encuentro fue fructífero y que las reuniones entre ambos países seguirán.
“Esperemos que estos malentendidos no vuelvan a suceder para que no se afecte a los productores”, manifestó Quevedo.
Entre los puntos que acordaron ambos países están la restitución de la emisión de permisos fitosanitarios y las inspecciones en frontera, para el intercambio de productos de Bolivia y Perú.
En este contexto, el Senasa solicitó de manera formal a su homólogo boliviano el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Agroalimentaria (Senasag) que las restricciones “no se realicen por presiones internas y sin justificación técnica válida”.
De forma anual Bolivia exporta a Perú más de 600.000 toneladas métricas (TM) de torta de soya, 23.000 TM de torta de girasol, y 47.000 TM de harina de soya.
De acuerdo a datos de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) cerca del 30% de las exportaciones oleaginosas tiene como destino ese país.
Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) Perú coloca en el mercado boliviano alrededor de 2.000 productos, pero el país solo vende 150.
Este desequilibrio, según la entidad, generó en los últimos seis años, un déficit comercial de más de $us 1.000 millones para el país.
Fuente: Periódico El Deber