Con la llegada de las lluvias también vienen los desastres naturales, entre ellos, el granizo que afecta a la actividad agropecuaria. Es así que la Gobernación entregará bombas antigranizo a cinco municipios del departamento para mitigar la afectación en los cultivos agrícolas.
La adquisición de esas bombas es parte de los últimos recursos presupuestados para la gestión 2019. Este año se tuvo 2,5 millones de bolivianos para atender todo tipo de desastres naturales en el departamento. Se espera que el Programa Operativo Anual (POA) 2020 suba medio millón más.
El responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos, Ember Montellanos, sostuvo que las bombas se entregarán a los gobiernos municipales de San Lorenzo, Cercado, Uriondo, Padcaya y Entre Ríos. Estas instituciones se encargarán de repartir a los productores de las comunidades consideradas como de alto riesgo.
“Se entregarán las bombas, de manera que cuando los productores detecten nubes con granizo hagan disparos, con ello despejar el cielo y salvar a la producción de la granizada -comentó el funcionario- sabemos que en diciembre no se tendrá mucha lluvia, pero sí en enero del próximo año. Esperamos que hasta eso se habilite el presupuesto programado en nuestro POA para dar más ayuda”.
En octubre de este año se tuvo una de las primeras granizadas de la época, la cual afectó a comunidades de Tolomosita Centro, San Andrés, Bella Vista, Tablada Grande y barrios de la ciudad de Tarija. Después contabilizaron un total de 19 comunidades afectadas por ese fenómeno climatológico. En enero del 2019 también hubo una afectación por granizadas en el municipio de Padcaya, específicamente en la comunidad de Rejará.
Este fenómeno no solo afecta a los cultivos de uva y hortalizas, sino también daña a las aves de corral. Es por eso que se quiere evitar la pérdida de la producción agropecuaria a través de las bombas antigranizo.
Para enfrentar este tipo de comportamiento climatológico en el 2004 se inició el proyecto del radar meteorológico “antigranizo”, pero a la fecha no se lo concluyó, más bien se consolidó como un “elefante blanco” del municipio de Uriondo. Los equipos tuvieron un costo de 350.000 dólares, pero nunca funcionaron, y la producción de vid, la cadena económica más importante de Tarija, se ve amenazada por este fenómeno natural.
El proyecto fue encarado de manera concurrente entre la entonces Prefectura de Tarija y el Gobierno Municipal de Uriondo. Después de la adquisición se encontraron irregularidades y se vio envuelto en procesos judiciales.
Fuente: Periódico El País Tarija