Uno de los cultivos más importantes de la agricultura cruceña es la soya, cuya siembra de verano se realiza con la semilla producida en el invierno y con semilla importada. Durante las semanas que antecedieron al inicio de la siembra del verano 2019/20, se registraron algunos hechos que incidieron en el abastecimiento de semilla de buena calidad. Por un lado, la época de cosecha de la semilla del invierno 2019 coincidió con lluvias en exceso en algunas zonas, lo que afectó a la calidad de la semilla. Por otro lado, en el país emergieron problemas sociales y políticos que paralizó, en cierta manera, el sector agrícola durante 3 semanas, lo que también dificultó el acceso a semilla de buena calidad. Un tercer factor tuvo que ver con la incertidumbre que se generó en el sector soyero, principalmente, ya que muchos productores tenían la esperanza de que en el verano 2019/20 ya se podrían sembrar los nuevos eventos INTACTA y HB4, y por esa razón no se abastecieron oportunamente de semilla de calidad de otras variedades. En ese contexto, podríamos suponer que un porcentaje de las 469.800 hectáreas de soya sembradas hasta la fecha, han sido con semilla de dudosa calidad, y que podría tener sus consecuencias en el rendimiento final. De acuerdo a ANAPO, se estima que en el verano 2019/20 se sembrarán alrededor de 1.044.000 hectáreas de soya (720.000 hectáreas en el este y 324.000 hectáreas en el área integrada), es decir que faltaría por sembrar el 55% (574.200 hectáreas) de la superficie proyectada. El contexto actual hace prever que el área de siembra faltante se realizará sin mayores contratiempos, debido a las lluvias que están acompañando la época de siembra y a la suficiente oferta de semilla de buena calidad que existe en el mercado local (semilla nacional e importada), que abastecerá sin mayores problemas las cerca de 40.000 TM de semilla que se necesitarán para la siembra faltante. Por lo tanto, se espera que, en este caso, no se tengan mayores problemas en el rendimiento como consecuencia de la calidad de la semilla.
En el caso de maíz, se prevé una siembra de aproximadamente 110.000 hectáreas (66.500 en la zona este y 43.500 en el norte integrado), de las cuales ya han sido sembradas 28.600 hectáreas, y se espera sembrar el 74% (81.400 hectáreas) remanente en las siguientes semanas. En este cultivo no se visualizan mayores problemas de abastecimiento de semilla de calidad, por lo tanto, tampoco se espera una disminución en el rendimiento como consecuencia de la calidad de la semilla.
En relación al sorgo, la siembra estimada en el verano 2019/20 es de 56.000 hectáreas (19.000 hectáreas en el este y 37.000 hectáreas en el norte integrado). El área sembrada a la fecha asciende a 6.700 hectáreas, faltando el 88% (49.300 hectáreas). En este cultivo al igual que en el maíz, tampoco se prevé mayores problemas con el abastecimiento de semilla de calidad, por lo que también se espera obtener buenos rendimientos al final de la cosecha de verano.
Como ya se indicó anteriormente, la semilla juega un rol importante en la productividad de los cultivos, y por ello es necesario prestar atención al actual sistema semillero del departamento, y realizar los ajustes pertinentes que permitan garantizar la disponibilidad, el acceso y el uso de semilla de buena calidad. Existen al menos 3 áreas del actual servicio de semillas en Bolivia, y en particular en el departamento de Santa Cruz, que deben ser reforzadas: 1) el proceso de certificación, 2) el control de comercio y 3) abastecimiento de semillas. Por otro lado, también será importante pensar en cambios estructurales que permitan mejorar considerablemente el servicio de semillas, y esto tiene que ver con la creación de una entidad descentralizada del MDRyT que se dedique exclusivamente al sector semillero del país, y cuya dirección nacional debería estar en el departamento de Santa Cruz, esto por la alta incidencia que tiene la producción y el uso de semilla de calidad en el modelo agrícola cruceño.