Las lluvias en el departamento de Tarija y en el país, en comparación al 2018, se redujeron de sobremanera y el principal factor de acuerdo a profesionales en el área, es la deforestación y las consecuencias que se generan en torno a la falta de lluvias pueden ser fatales, principalmente para los sectores de la ganadería y agricultura.
El director del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) regional Tarija, Víctor Carrillo Monasterios, señaló que, de manera general en el departamento de Tarija, en el 2019 surgió un déficit de lluvias en relación a la gestión 2018.
“Las precipitaciones que se están registrando son muy puntuales, pero en la mayoría de las provincias tenemos un déficit muy marcado de lluvias en relación al año pasado y esto también repercute en varios aspectos, uno de ellos son los niveles en los ríos”, explicó.
Uno de los varios factores de la ausencia de lluvias en la presente gestión, es el nivel de altura en cada afluente del departamento; el río Pilcomayo en Villa Montes registra una altura de 1 metros con 5 centímetros, mientras que el año pasado en el mes de noviembre se tenían registros de un nivel mucho más elevado llegando hasta 1 metros con 50 centímetros, una variación de 0,45 cm.
Esta situación se repite en el río San Juan del Oro en el municipio de El Puente, sector que a la fecha presenta una altura de 1,15 cm., una diferencia “leve” al nivel que registró el Senamhi en el 2018.
“Haciendo un análisis de todas las cuencas del Pilcomayo, Bermejo y de los principales afluentes que tenemos en el departamento ser presentan por debajo o en lo normal, esto debido a la falta de precipitaciones que estamos teniendo en la mayoría de las provincias de Tarija”, indicó.
Para Carrillo, uno de los principales factores que inciden en el comportamiento de las precipitaciones, es la deforestación y si bien no se puede negar que existe el cambio climático, este es un proceso lento pero en el caso de la ausencia de árboles, los cambios tienden a ser “muy bruscos”.
Deforestación en Bolivia
Según registros de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), entre 1998 y 2018 se desmontaron 1.518.669 hectáreas de forma legal a escala nacional. En la gestión 2018, fueron un total de 259 mil hectáreas deforestadas que contaron con la autorización de la ABT.
Por otra parte, una institución privada de desarrollo social, Productividad Biosfera Medio Ambiente (Probioma), develó datos que indican que a nivel nacional, se pierden aproximadamente 300 mil hectáreas por año pero desde el 2001 al 2017, se tienen registros de deforestación que llegaron a 4,5 millones de hectáreas.
Lluvias
El Senamhi señala que el periodo de lluvias incluye los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero, pero este último con precipitaciones de mayor intensidad en Tarija.
Para el 2050, lluvias podrían bajar en un 21%
Investigadores de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, y del Centro de Ecología e Hidrología del Consejo de Investigaciones Ambientales británico, “NERC” por sus siglas en inglés, explicaron en el portal BBC Mundo, que la pérdida de bosque tropical puede afectar a personas a miles de kilómetros de distancia, según un nuevo estudio.
Tomando en cuenta estimaciones futuras de deforestación, los autores de la mencionada investigación, señalan que la destrucción del bosque tropical podría reducir las lluvias en la cuenca amazónica para el 2050 hasta en un 21 por ciento durante la estación seca.
Por su parte, el representante del Sistema de Alerta Pilcomayo, Luis María de la Cruz, explicó que de acuerdo al monitoreo realizado en esta instancia, se tiene que en la cuenca del Pilcomayo se iniciaron lluvias tempranas de poca magnitud, pero que permitieron mantener un nivel bastante estable y no tan bajo del río.
“Sólo hubo dos o tres semanas con una bajante muy grande, comparado con otros años que suele ser de más de cinco semanas. La segunda sorpresa vino en noviembre, época en que se inician grandes lluvias. Este año casi no llovió, ayer (martes) se produjeron lluvias importantes en algunas partes, pero aún no tienen gran efecto sobre los niveles del río”, dijo.
Bolivia entre otros países es firmante de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que indica preservar el medio ambiente para evitar desastres ambientales que luego obliguen a migrar por falta de agua, la desertificación u otros y caer en la extrema pobreza.