En la ganadería moderna, el manejo eficiente de la reproducción es uno de los factores más importantes para mejorar la productividad y rentabilidad del hato. En este proceso, el protocolo reproductivo en vaquillas ocupa un lugar fundamental, ya que permite sincronizar los celos, optimizar el uso de inseminación artificial y garantizar una preñez oportuna en hembras jóvenes, lo que se traduce en un ciclo productivo más eficiente.
Implementar un protocolo reproductivo adecuado no solo contribuye a acortar los intervalos entre partos, sino que también mejora la planificación del rodeo, lo que permite a los productores seleccionar genética de alta calidad para sus futuros animales. La mejora genética, junto con una mayor eficiencia reproductiva, se convierte en una de las herramientas más poderosas para los ganaderos que buscan maximizar el rendimiento de su hato.
Preparación y correcta aplicación del protocolo reproductivo
Sin embargo, para que los resultados sean exitosos, es imprescindible conocer y aplicar correctamente cada una de las etapas del protocolo reproductivo. Estos pasos incluyen la preparación nutricional, la selección de la vaquilla adecuada, el momento óptimo de aplicación de hormonas, y un manejo adecuado posterior a la inseminación. Todo este proceso debe ser cuidadosamente monitoreado, ya que factores como la condición corporal, la edad, el peso adecuado de la vaquilla y el control constante de su estado físico pueden influir directamente en el éxito de la reproducción.
Como explica Roberto Sartori, profesor de la Universidad de São Paulo, “el éxito del protocolo no depende únicamente de la técnica, sino también de factores como la condición corporal, la edad, el peso adecuado de la vaquilla y el monitoreo constante durante el proceso”. Sartori también hace hincapié en la importancia de conocer la genética y la precocidad sexual de las vaquillas, además de asegurarse de que estas reciban una nutrición adecuada para optimizar los resultados reproductivos.


«Cuando se busca optimizar los resultados, especialmente en vaquillas de razas cebuinas, la combinación de un programa de inducción con el protocolo más corto es una de las mejores opciones para lograr altos índices de fertilidad¨




Sugerencias nutricionales y protocolos recomendados
“Sugerimos un grano promedio de 600 a 700 gramos por día, no menos ni más, para obtener los mejores resultados reproductivos”, señaló Sartori. A la par, el uso de protocolos reproductivos que se han desarrollado recientemente, ha demostrado ser eficaz en la inducción de la ovulación y en el aumento de la fertilidad en las vaquillas.
Selección de vaquillas candidatas
Antes de aplicar cualquier protocolo reproductivo, es fundamental asegurarse de que las vaquillas están preparadas para el proceso. Esto implica evaluar diversos aspectos, entre los que se destacan:
- Edad adecuada: Generalmente entre los 14 y 18 meses.
- Peso corporal mínimo: Al menos el 60% del peso adulto de la raza.
- Condición corporal ideal: Entre 3 y 3.5 en una escala de 1 a 5.
- Confirmación de la pubertad: Es esencial que la vaquilla haya iniciado la pubertad, lo cual se puede identificar a través de la presencia de ciclos ováricos.
Manejo y protocolo reproductivo
El protocolo reproductivo comienza con la colocación de un implante de progesterona 24 días antes de iniciar el tratamiento. Este implante debe permanecer durante 12 días y, al retirarlo, se aplica cipionato de estrógeno de estradiol. A los 12 días posteriores, se inicia el protocolo reproductivo. Sartori comenta que, actualmente, se recomienda un proceso más corto con 7 días de implante, lo cual mejora la sincronización hormonal y la fertilidad de las vaquillas.
Objetivos del protocolo reproductivo
Los principales objetivos del protocolo reproductivo incluyen:
- Inducir o sincronizar la ovulación de manera efectiva.
- Controlar el momento del estro (celo) para optimizar la inseminación.
- Programar la inseminación de forma precisa, sin depender de la detección visual del celo.
- Aumentar la tasa de concepción en un solo servicio.
¨Cuando se busca optimizar los resultados, especialmente en vaquillas de razas cebuinas, la combinación de un programa de inducción con el protocolo más corto es una de las mejores opciones para lograr altos índices de fertilidad¨, agregó.
Monitoreo y manejo durante el protocolo
Es esencial evitar el estrés en los animales durante el protocolo, ya que esto puede afectar negativamente la respuesta hormonal y la efectividad del tratamiento. Además, la nutrición adecuada y balanceada es crucial, ya que un mal estado nutricional puede comprometer la efectividad del protocolo. La aplicación precisa de las hormonas en los momentos adecuados y la técnica correcta son aspectos clave en el éxito del proceso.
Otro aspecto importante es llevar un registro detallado de las fechas y dosis de las aplicaciones hormonales, lo que ayudará a mantener un seguimiento adecuado. También se recomienda realizar una revisión post-inseminación utilizando ultrasonografía para confirmar la preñez a partir de los 30 días después de la inseminación.
Consideraciones adicionales
Existen algunas hormonas adicionales que pueden ser útiles cuando el manejo nutricional no es óptimo. Por ejemplo, la prostaglandina se puede utilizar en el día cero del protocolo de sincronización. En algunos casos, el uso de SG (gonadotropina) al final del protocolo también puede ser beneficioso. Sin embargo, si la nutrición es adecuada, no se necesita utilizar prostaglandina en el día cero, pero siempre se debe usar al retirar el implante.
En conclusión, implementar un protocolo reproductivo adecuado para vaquillas no solo incrementa la eficiencia reproductiva, sino que también contribuye a mejorar la productividad y rentabilidad del hato ganadero.
Fuente: Roberto Sartori
Redacción:Publiagro