La nutrición adecuada durante las etapas de gestación y maternidad en cerdas es uno de los pilares fundamentales para lograr un óptimo desempeño reproductivo y garantizar la supervivencia y el desarrollo saludable de los lechones. Una dieta balanceada, ajustada a las necesidades fisiológicas de la cerda en cada fase, no solo mejora la eficiencia reproductiva, sino que también reduce el riesgo de problemas metabólicos, partos complicados y pérdidas neonatales.
El Dr. Bryan Limón señala que “en la etapa de gestación comúnmente la cerda recibe alimentación dos veces al día y sin una medida, lo que es un error, ya que todos los alimentos tienen un costo y en base a los niveles nutricionales debería haber una cantidad establecida”.
En el caso de las cerdas que se encuentran en la etapa de gestación 1, que comprende del día 0 al 80, el especialista explica que “normalmente una cerda en buena condición debería comer de 2 hasta 2.2 kilogramos”, pero enfatiza que existen variaciones dependiendo de su condición corporal.
“Si una cerda llegó extremadamente flaca de maternidad, se tendría que poner hasta antes del día 80 en una condición corporal ideal, porque el último cuarto de gestación es donde más se desarrollan los lechones. Si no se hace esto, lo que va a ocurrir es que la cerda cierta parte de la alimentación la dirigirá a recuperar su cuerpo y poco para que se desarrolle el lechón”, advierte Limón. En este sentido, si la cerda está flaca, se debe aumentar su alimentación según el nivel de desnutrición; por el contrario, si está gorda, también debe manejarse con cuidado. “Puede derivar en problemas en el parto, tendría que hacer una dieta y habría que ponerla de 0 a 80 días para lograr una condición corporal ideal”, explica, añadiendo que “el tema de las cerdas gordas es más especial porque viene ligado a la genética”.


«Para la cerda en gestación de los 0 a 80 días, el nivel de fibra que se utiliza funciona como motilidad intestinal, pero de 80 a 114, que es cuando ya le toca el parto, el nivel de fibra aumenta para que funcione como tipo laxante que deja el canal de parto libre”




Más fibra en la dieta durante la gestación
En cuanto a la formulación de las dietas durante la gestación, el Dr. Limón indica que se realizan dos tipos de formulación, no necesariamente por una gran variación en los niveles de proteína, energía, vitaminas o minerales, sino principalmente por el contenido de fibra.
“Para la cerda en gestación de los 0 a 80 días, el nivel de fibra que se utiliza funciona como motilidad intestinal, pero de 80 a 114, que es cuando ya le toca el parto, el nivel de fibra aumenta para que funcione como tipo laxante que deja el canal de parto libre”, señala.
Maternidad: el foco en la producción de leche
En la etapa de maternidad, el propósito de la alimentación cambia radicalmente. “La cerda ya no está con los cerdos y ya no está desarrollándolos, entonces se va a centrar en la condición corporal, pero principalmente en la producción de leche”, comenta el Dr. Limón. Si no se alimenta adecuadamente, la cerda utilizará sus reservas corporales para producir leche, lo cual provocará una pérdida de condición corporal severa.
“La genética hoy en día ha avanzado tanto al punto que se puede llegar a tener en un parto hasta 21 lechones, pero en la producción de leche se ha estancado”, sostiene Limón. Una cerda bien alimentada puede producir hasta 10 litros de leche, lo que le permitiría criar adecuadamente a 10 lechones. “Los demás se les da alimentación formulada o sustituto lácteo”, aclara.
Durante la gestación, el enfoque debe estar en mantener un estado corporal adecuado que permita el desarrollo embrionario sin comprometer la salud de la cerda. En tanto, en la maternidad, la demanda energética se incrementa drásticamente por la producción de leche, por lo que una dieta rica en energía, proteína digestible y minerales es crucial.
Una correcta alimentación en estas fases no solo impacta en el peso al nacimiento y el número de lechones vivos, sino también en la capacidad de la cerda para volver a ciclar después del destete, asegurando así la eficiencia del sistema productivo.


Fuente: Bryan Limón
Redacción: Publiagro