Foto: Publiagro
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La salud inmunológica de las aves es un pilar fundamental para el éxito en cualquier sistema de producción avícola, ya sea intensivo o familiar. Una nutrición adecuada no solo garantiza un buen desarrollo y rendimiento productivo, sino que también fortalece las defensas naturales del ave frente a enfermedades, reduciendo la necesidad de tratamientos farmacológicos y mejorando la bioseguridad del plantel.

El sistema inmune de las aves es altamente sensible a deficiencias nutricionales, y su eficacia depende en gran medida del equilibrio y la calidad de los nutrientes que reciben desde etapas tempranas de su vida. Vitaminas, minerales, aminoácidos esenciales, ácidos grasos y compuestos funcionales como prebióticos y probióticos, juegan un rol crucial en la modulación inmunitaria y en la resistencia frente a patógenos comunes como la coccidiosis, la salmonelosis o enfermedades respiratorias.

Carlos Ronchi, médico veterinario, señala que abordar la relación entre nutrición e inmunidad en avicultura permite no solo optimizar el bienestar animal, sino también asegurar la inocuidad de los productos avícolas y la rentabilidad del negocio. En palabras del especialista:
“Buen intestino, buen sistema inmunológico, porque existe una interrelación entre el intestino y el sistema inmunológico, porque si el intestino se daña, por cualquier problema ya sea de diarrea, bacteriana, viral o a través de un alimento mal procesado, el sistema inmunológico nunca será bueno y tampoco tendrá un buen nivel de anticuerpos post vacunal”, explicó.

«Toda población con alta densidad de individuos aumenta el riesgo de cualquier enfermedad intestinal, de bacterias, patógenos que pueden contagiarse”

Para mejorar o fortalecer el sistema inmune desde el intestino, Ronchi plantea que este órgano debe estar en óptimas condiciones, ya que es la base para un sistema inmunológico fuerte. De acuerdo con él, el intestino tiene tres pilares fundamentales:

  1. Preservación física de la integridad intestinal: Esto incluye mantener sanas las estructuras como los enterocitos, las células endocrinas, las células caliciformes y la mucosa intestinal. “Todo debe estar íntegro, no puede estar dañado”, enfatiza.
  2. Equilibrio de la microbiota intestinal: Es esencial contar con una proporción ideal de bacterias en el tracto digestivo. “Por lo menos 91% de buenas bacterias y apenas un 9% de bacterias que son patógenas, ese es el equilibrio ideal”, explicó Ronchi.
  3. Función adecuada del tejido linfoide asociado al intestino (GALT): Este es el componente inmunológico que reside en el intestino y que actúa como primera barrera de defensa frente a agentes patógenos. “Cuando hay una integridad intestinal buena, presenta estos tres pilares”, informó.

Sin embargo, uno de los problemas más frecuentes en la producción avícola es el alto riesgo de enfermedades intestinales en condiciones de alta densidad poblacional.

“Toda población con alta densidad de individuos aumenta el riesgo de cualquier enfermedad intestinal, de bacterias, patógenos que pueden contagiarse”, advirtió el especialista.

Fuente: Carlos Ronchi
Redacción: Publiagro