Cuando los visitantes comienzan a retirarse y los stands empiezan a desmontarse, queda algo que no se puede empacar: la convicción inquebrantable de que el agro boliviano es más fuerte que cualquier adversidad. Así cerró la segunda versión de la Expoagro 2025, una de las vitrinas agrícolas más importantes del país, dejando una estela de emociones, aprendizajes y encuentros que hablan de lucha, unidad y esperanza.
Más que una feria, esta versión fue un verdadero acto de fe colectiva, un testimonio vivo de que quienes trabajan la tierra no se rinden, sino que se reinventan. Apostar por el agro es apostar por Bolivia. Y una vez más, el campo ha demostrado que sigue de pie, aportando con fuerza a la economía y al futuro del país.
Aunque las autoridades encargadas del evento aún no han dado cifras oficiales, fue evidente que las empresas participantes quedaron satisfechas. La percepción general entre los expositores fue positiva, coincidiendo en que esta edición superó a la anterior, y anticipando que las versiones venideras tendrán un impacto aún mayor.


«Una Expoagro exitosa y felices porque los expositores han hecho un despliegue muy importante, satisfecho porque hemos tenido la visita de muchos productores y vemos que el agronegocio en Bolivia es una realidad, existe un potencial, todos sabemos que es futuro, pero también en eventos como estos nos damos cuenta que es presente, contentos de cerrar con éxito esta segunda versión”




“Una Expoagro exitosa y felices porque los expositores han hecho un despliegue muy importante, satisfecho porque hemos tenido la visita de muchos productores y vemos que el agronegocio en Bolivia es una realidad, existe un potencial, todos sabemos que es futuro, pero también en eventos como estos nos damos cuenta que es presente, contentos de cerrar con éxito esta segunda versión”, expresó Raúl Strauss, gerente general de Fexpocruz.
Visiblemente emocionado, Strauss informó que ya junto a su equipo se encuentran planificando la próxima versión de Expoagro para el año 2026. Asimismo, destacó la valiosa retroalimentación que han recibido por parte de las empresas y expositores, quienes aseguraron que el evento “está más lindo que el año pasado”, y que el predio ferial se ve consolidado, avanzando con pasos firmes.
“El agronegocio es una realidad que tiene que incentivarse, fomentarse, y que tiene mucho potencial para los que están y para los que van a seguir entrando porque hay mucho por hacer”, concluyó Strauss.
Expoagro 2025 no solo fue una vitrina tecnológica y comercial, sino también un reflejo del espíritu resiliente del productor boliviano. Un espacio donde el trabajo, la pasión y la visión de futuro sembraron una vez más la esperanza en los surcos del progreso.


Fuente: Raul Strauss
Redacción: Publiagro



