Hace ya nueve años, la propiedad El Jaral, ubicada en el municipio de Concepción, decidió dar un giro profundo en su forma de producir. Motivado por la necesidad de preservar la calidad del suelo y asegurar la disponibilidad de forraje durante todo el año, su propietario apostó por la ganadería regenerativa, una práctica que va más allá de la sostenibilidad: busca restaurar los ecosistemas y fortalecer la resiliencia productiva.
Álvaro Guzmán, actual presidente de la Asociación Boliviana de Ganado Senepol, conoce bien los desafíos y beneficios de este enfoque. En El Jaral, su propiedad, los resultados son evidentes: suelos más vivos, pasturas vigorosas, mejor retención de agua y una ganadería más eficiente. Su experiencia demuestra que producir de manera responsable con el ambiente no solo es posible, sino también rentable y replicable.
“La rentabilidad de una empresa no está peleada con el cuidado y conservación del medio ambiente, y nosotros compartimos nuestras experiencias, utilización de algunas herramientas como el pastoreo racional guasán, mantener muchos árboles en el potrero, el bienestar animal, no usar agroquímicos que desequilibren el ecosistema, porque cuando la naturaleza está en equilibrio y los animales cumplen su rol, todo va funcionando de acorde”, explicó Guzmán.
La calidad del suelo —en sus aspectos físicos, químicos y microbiológicos— mejora notablemente con la implementación de herramientas sostenibles y respetuosas con el entorno. Un ambiente en equilibrio favorece a la microfauna del suelo, generando una dinámica natural entre depredadores y presas que impide que alguna especie se dispare y se convierta en plaga. En otras palabras, cuando el ecosistema se encuentra en balance, todos los organismos trabajan de forma conjunta para mantener la salud del sistema.
Uno de los pilares de esta transformación productiva ha sido el pastoreo racional Voisin, también conocido en la región como pastoreo racional guasán, una pronunciación popular del apellido del científico francés André Voisin, quien desarrolló este método de manejo de pasturas.
Existen cuatro leyes fundamentales en este tipo de pastoreo, pero una de las claves más importantes es que los potreros deben ser aprovechados intensivamente durante un corto periodo de tiempo —a veces medio día, un día, hasta tres días— y luego dejados en descanso hasta que estén listos para un nuevo ciclo. Este periodo de reposo depende de la zona, las lluvias y la fertilidad del suelo, pudiendo variar entre 30, 50 o incluso 100 días. Esta dinámica permite que “los animales estrenen potreros cada día”, y, en consecuencia, se pueda aumentar la carga animal, mejorar la eficiencia del pastoreo y mantener indicadores productivos compatibles con cualquier sistema ganadero.
“Si hay que hacer un esfuerzo por dividir y llevarle agua limpia a los potreros, eso es una inversión que hay que hacer durante el periodo de implementación de esta tecnología, es una gran herramienta en el marco de la ganadería regenerativa”, señala Guzmán.
El pastoreo racional Voisin (PRV) es un sistema que busca maximizar la eficiencia del uso del pasto, mejorar la salud del suelo y aumentar la productividad del ganado sin comprometer el ecosistema. Fue diseñado a partir de la observación de los procesos naturales y del comportamiento de los animales en pastoreo libre, ajustando la intervención humana para fomentar la regeneración natural del suelo y las pasturas.


«La rentabilidad de una empresa no está peleada con el cuidado y conservación del medio ambiente, y nosotros compartimos nuestras experiencias, utilización de algunas herramientas como el pastoreo racional guasán, mantener muchos árboles en el potrero, el bienestar animal, no usar agroquímicos que desequilibren el ecosistema, porque cuando la naturaleza está en equilibrio y los animales cumplen su rol, todo va funcionando de acorde”




Principios del Pastoreo Racional Voisin:
- Ley del reposo óptimo
Cada planta necesita un período de descanso adecuado para recuperar sus reservas y volver a crecer vigorosamente. Cortar el pasto demasiado pronto debilita la planta. - Ley de la ocupación breve
Los animales no deben permanecer mucho tiempo en una misma parcela para evitar el sobrepastoreo, que impide la regeneración del forraje. - Ley de la nutrición total
El animal debe entrar al potrero cuando el pasto esté en su punto óptimo de valor nutricional, para que consuma alimento de alta calidad. - Ley de regularidad
El pasto debe recibir descansos regulares, y el ganado debe moverse de manera ordenada y planificada para mantener el equilibrio del sistema.
Características del sistema PRV:
- División del campo en varios potreros pequeños (parcelas).
- Rotación rápida y controlada del ganado.
- Períodos de descanso calculados según el crecimiento real del forraje.
- Enfoque en la biología del suelo, promoviendo su regeneración.
- Uso eficiente del agua y mejor adaptación al cambio climático.
Beneficios comprobados:
- Mejora la productividad y calidad del forraje.
- Aumenta la fertilidad del suelo sin necesidad de fertilizantes químicos.
- Reduce la compactación del suelo y mejora la infiltración de agua.
- Disminuye enfermedades del ganado gracias a la rotación planificada.
- Permite producir más carne o leche por hectárea de manera sostenible y regenerativa.
La experiencia de El Jaral demuestra que una ganadería regenerativa, bien planificada y ejecutada, no solo mejora el medio ambiente, sino que también fortalece la rentabilidad del productor. Como afirma Guzmán, cuando la naturaleza está en equilibrio y los animales cumplen su rol, “todo va funcionando de acorde”.
Fuente: Álvaro Guzmán
Redacción: Publiagro