A raíz del reciente informe emitido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que alerta sobre el riesgo de una ¨hambruna¨ en Bolivia, la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) se pronunció destacando el compromiso del sector agrícola boliviano frente a este escenario adverso.
Según explicó el gerente general de ANAPO, Jaime Hernández, a pesar de las múltiples dificultades que enfrentan los productores, como el impacto del cambio climático, el alza en los costos de producción y los problemas en el abastecimiento de diésel, el sector continúa haciendo todos los esfuerzos posibles para garantizar el suministro de alimentos al país.
“A pesar de todas las adversidades, climáticas, incremento en los costos, diésel, el sector está haciendo todos los esfuerzos para producir alimentos”, afirmó.
Hernández recalcó el papel clave de Santa Cruz como motor alimentario de Bolivia, señalando que esta región es responsable de la mayor parte del abastecimiento nacional.
“De Santa Cruz sale el 70% de los alimentos para todo el país”, subrayó.
En relación a los avances productivos, informó que la reciente campaña de verano concluyó con resultados positivos, especialmente en la producción de soya, maíz y sorgo. En el caso de la soya, se logró una producción adicional de 1 millón de toneladas con respecto a años anteriores. Por otro lado, la campaña de invierno ya está en plena marcha, con 800 mil hectáreas sembradas en la zona este del departamento, destinadas al cultivo de sorgo, maíz, trigo y girasol, además del proceso en curso para sembrar otras 400 mil hectáreas de soya.


«Pero no solamente debe ser el esfuerzo del productor, también el Gobierno y, en este caso, YPFB debe garantizar un insumo tan necesario para la actividad agrícola como es el diésel, porque sin diésel no hay producción”


No obstante, el gerente de ANAPO fue enfático en señalar que la responsabilidad de garantizar la seguridad alimentaria no puede recaer exclusivamente en los productores.
“Pero no solamente debe ser el esfuerzo del productor, también el Gobierno y, en este caso, YPFB debe garantizar un insumo tan necesario para la actividad agrícola como es el diésel, porque sin diésel no hay producción”, advirtió.
En esa línea, Hernández detalló que, al menos hasta finales de julio, el sector agrícola requiere 40 millones de litros de diésel para mantener sus operaciones. Informó que han sostenido reuniones con el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y con el Ministro de Desarrollo Rural y Tierras, quienes reconocieron la urgencia de asegurar el abastecimiento de este insumo esencial y se comprometieron a apoyar al sector.
Sin embargo, expresó su preocupación por el hecho de que dicho compromiso aún no se está cumpliendo plenamente.
“A pesar de todo ello, el productor sigue produciendo, haciendo filas para conseguir diésel y no perder su cosecha, su producción, su siembra”, manifestó.
Desde ANAPO, reiteran que garantizar el suministro de combustible no es solo una cuestión logística, sino una acción estratégica clave para evitar pérdidas económicas, mantener el empleo rural y contribuir activamente a la estabilidad alimentaria del país.
Fuente: Jaime Hernández
Redacción: Publiagro