



La sanidad avícola representa un pilar fundamental para la sostenibilidad de la producción agropecuaria en Bolivia, particularmente en el departamento de Santa Cruz, donde se concentra la mayor parte del sistema intensivo de cría de aves. En este contexto, las enfermedades virales como la enfermedad de Newcastle (ENC) y la influenza aviar (IA) constituyen amenazas recurrentes que afectan tanto la productividad como la seguridad alimentaria del país.
Según el doctor Limbert Rojas, responsable de sanidad animal del Servicio Departamental Agropecuario de Santa Cruz (Sedacruz), los estudios de circulación viral y evaluación de inmunidad poblacional resultan esenciales para comprender el comportamiento epidemiológico de estos agentes patógenos. Esto permite diseñar estrategias eficaces de prevención, vigilancia y control, adecuadas a la realidad regional.
A través de monitoreos serológicos, pruebas moleculares y análisis de campo, se busca establecer el nivel de exposición de las aves a estos virus, evaluar la efectividad de los programas de vacunación implementados y detectar posibles focos de transmisión activa. Esta labor es clave no solo para la protección del sector productivo, sino también para el resguardo de la salud pública y el comercio internacional. La presente redacción explora los avances y desafíos en la detección de la circulación de ENC e IA en el departamento de Santa Cruz, así como las implicancias de estos hallazgos para la salud animal y la economía local.
“El trabajo que se realiza es una coordinación entre el Sedacruz de la Gobernación, el Senasag y la Asociación Departamental de Avicultores (ADA). Es detectar el virus de influenza aviar y el Newcastle, o la circulación de estos virus en poblaciones avícolas de cría familiar y con las aves que son de combate, y otro factor evaluado es la detección del virus en sitios Ramsar, que son los sitios de descanso de las aves migratorias acuáticas”, explicó el doctor Rojas.
Según informó, los estudios realizados y la evaluación mediante diferentes sensores instalados en provincias, municipios y en los sitios Ramsar determinan que actualmente no hay circulación activa de estos virus en el departamento. “Los resultados respaldan este tema”, afirmó, subrayando que esta información es crucial para mantener y validar el estatus sanitario del país.
Actualmente, se continúa trabajando con el objetivo de consolidar a Bolivia como un país libre de influenza aviar y de Newcastle con vacunación. En esa línea, se espera que durante el presente año se concluya el estudio en el estrato de aves comerciales, lo cual representa un paso decisivo para fortalecer la reputación sanitaria del país ante organismos internacionales y mercados de exportación.


“El trabajo que se realiza es una coordinación entre el Sedacruz de la Gobernación, el Senasag y la Asociación Departamental de Avicultores (ADA). Es detectar el virus de influenza aviar y el Newcastle, o la circulación de estos virus en poblaciones avícolas de cría familiar y con las aves que son de combate, y otro factor evaluado es la detección del virus en sitios Ramsar, que son los sitios de descanso de las aves migratorias acuáticas”




Pruebas y vigilancia continua
El doctor Rojas enfatiza que el trabajo no se limita a evaluaciones puntuales, sino que implica un esfuerzo permanente de monitoreo y vigilancia activa. “Se hace un monitoreo, vigilancia continua. Si hay sospechas, se saca muestra, se envía al laboratorio y se hace el trabajo”, detalló. Sin embargo, precisó que los estudios seroepidemiológicos, que son de mayor alcance y permiten demostrar científicamente la ausencia o presencia de virus en la población, “se pueden realizar cada año o cada dos años”.
Estos estudios son fundamentales para sustentar técnicamente ante organismos internacionales, como la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que el virus no está presente ni está actuando en las poblaciones comerciales, de traspatio, en aves de combate ni en aves silvestres.
La metodología incluye la recolección periódica de muestras de suero sanguíneo, hisopados y materiales recogidos en los sitios Ramsar. Estas últimas muestras incluyen materia fecal o residuos biológicos que las aves migratorias dejan en los lugares donde descansan. Mediante técnicas moleculares, principalmente basadas en la detección de ácido nucleico, se puede demostrar que no existe una acción directa de las aves silvestres sobre las aves autóctonas, lo que disminuye significativamente el riesgo de transmisión de las enfermedades virales.
Recomendación a los productores
Finalmente, el doctor Rojas emitió una recomendación clara al sector productivo. “Estamos muy cerca de hacer el muestreo seroepidemiológico en poblaciones comerciales. Los productores ya están enterados de ello, pero el trabajo que realizan los veterinarios acreditados es muy importante, y sobre todo no bajar los brazos en cuanto a las medidas de bioseguridad en granjas”, advirtió.


Fuente: Limbert Rojas
Redacción: Publiagro

