

El sector productivo nacional demanda un suministro anual de aproximadamente 360 millones de litros de diésel para garantizar el desarrollo de las actividades agrícolas y pecuarias. Ante esta necesidad, los productores esperan que el abastecimiento se cumpla con puntualidad, especialmente en un contexto donde se ha iniciado la campaña de siembra de invierno.
Klaus Frerking, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), enfatizó la importancia de contar con el combustible en el momento oportuno. “Estamos comenzando nuestra siembra de invierno, nos ha acompañado las lluvias. Se estima sembrar entre un millón y un millón doscientas mil hectáreas entre soya, maíz, sorgo, girasol, trigo y chía, de las que ya hay un avance del 50 %”, explicó.
No obstante, Frerking alertó que aún persisten dificultades en algunas regiones del país. “Existe todavía filas en surtidores de provincias, donde son perjudicados por el mercado negro que vende en 8, 9 y hasta 11 bolivianos el litro de diésel, así como hay provincias en donde no tienen problemas de diésel y existe el suficiente”, sostuvo.


“Existe todavía filas en surtidores de provincias, donde son perjudicados por el mercado negro que vende en 8, 9 y hasta 11 bolivianos el litro de diésel, así como hay provincias en donde no tienen problemas de diésel y existe el suficiente”


El dirigente agropecuario hizo un llamado al Gobierno para que continúe garantizando el suministro, incluso si eso implica esfuerzos extraordinarios. “Esperamos que el Gobierno siga haciendo aparecer diésel, con máximos esfuerzos tal vez, pero el agricultor necesita el diésel para la siembra y para todo su ciclo agronómico, pero también en la parte pecuaria”, manifestó.
Frerking también recordó que en el campo todo se basa en una planificación rigurosa y a largo plazo, por lo que cualquier alteración en la provisión de insumos como el diésel puede tener efectos adversos en toda la cadena productiva. “Todo es dirigido, desde guardar la comida para el invierno, desde producir esa comida en verano”, señaló, subrayando que las actividades agropecuarias no pueden improvisarse.
En relación con los costos de producción, el presidente de la CAO advirtió que continuarán en ascenso debido a la dependencia del país respecto a productos e insumos importados. “Se van a seguir incrementando porque Bolivia es un país importador y todos esos costos repercuten en la población”, concluyó.


Fuente: Klaus Frerking
Redacción: Publiagro