





En la producción avícola moderna, la calidad de la alimentación es uno de los factores más determinantes para alcanzar buenos índices de conversión, crecimiento, salud y productividad. En este contexto, el uso de materias primas de alta calidad, junto con procesos adecuados de manejo y formulación, se convierte en una prioridad estratégica tanto para los pequeños productores como para las grandes integraciones.
Ronald Alejandro Rocha, nutricionista especializado en pollos de engorde, reproductores y cerdos, enfatiza la importancia de prestar atención a cada ingrediente que compone la dieta de las aves. “Ya sea maíz, soya, subproductos, aceites o aditivos, cada uno debe ser seleccionado no solo por su valor nutricional, sino también por su inocuidad, frescura, digestibilidad y estabilidad”, señala. Además, advierte que la presencia de micotoxinas, materias contaminadas o procesadas de forma incorrecta, puede comprometer seriamente el rendimiento productivo y sanitario del lote.
Rocha explica que actualmente, en un contexto marcado por la escasez de materias primas adecuadas y el aumento de precios, es esencial aprovechar al máximo cada recurso disponible a través del uso de herramientas tecnológicas y complementos nutricionales.
“Hoy, en la situación que estamos, de escasez, de precios, de materias primas adecuadas, que podemos aprovechar al máximo mediante el uso de herramientas, de terminación, calidad precisa y uso de enzimas que ayudan a metabolizar los nutrientes, patrones antinutricionales como de la soya y del maíz”, explicó. Asegura que, con estas estrategias, “se bajan los costos y se mejoran los resultados”.


«En la avicultura, por ejemplo, el huevo sucio se puede reducir al tener insumos más digeribles, más asimilables, eliminando al mínimo los factores en exceso, mejorar conversiones, bajar los costos, porque el animal va a asimilar mejor ese alimento, lo que genera ganancia de peso”


Herramientas para un control preciso
Entre las herramientas que pueden marcar la diferencia, Rocha menciona el uso de NIRS (Espectroscopía en el Infrarrojo Cercano), una tecnología que permite realizar análisis completos de ingredientes como maíz, harinas de soya, soya integral, entre otros.
“Permite un análisis rápido, preciso de muchas más muestras, mejores análisis promedios de lo que solamente un análisis convencional podría hacer. Aparte, el análisis convencional demora mucho para la toma de decisiones”, explica.
El NIRS, según Rocha, ofrece hasta 15 parámetros de evaluación, brindando información clave que permite aplicar el conocimiento nutricional y ajustar las fórmulas de alimento para reducir costos y maximizar el aprovechamiento de la dieta.
Además, destaca el uso de enzimas exógenas que se incorporan en las plantas de alimento y que ayudan a neutralizar los factores antinutricionales presentes en los insumos, como los fitatos o los polisacáridos no almidonosos, mejorando así la digestibilidad de los alimentos.
Impacto en la conversión de carne y huevo
La influencia de una buena nutrición no solo se traduce en ahorro de costos, sino también en mejoras visibles en la calidad de la producción. En el caso de la avicultura, por ejemplo, una dieta más digerible y asimilable puede reducir significativamente problemas como el huevo sucio. “En la avicultura, por ejemplo, el huevo sucio se puede reducir al tener insumos más digeribles, más asimilables, eliminando al mínimo los factores en exceso, mejorar conversiones, bajar los costos, porque el animal va a asimilar mejor ese alimento, lo que genera ganancia de peso”, sostiene el especialista.
Rocha también hace un llamado al productor para que se apoye en los datos y la evidencia técnica. “El productor tiene que confiar en los resultados, que confíe en los análisis, que realice siempre el monitoreo de insumos, ya que muchas veces hacemos un monitoreo mensual que se hace en función de los alimentos balanceados: más insumo, más alimento, más análisis se debe hacer para buscar un número adecuado”.
Finalmente, advierte que, si en campo se están obteniendo resultados por debajo de lo esperado, es crucial identificar rápidamente las causas, ya sea por la calidad de los granos, la soya o cualquier otro insumo. “Y con las herramientas mencionadas, rápidamente se puede identificar y corregir para mejorar los costos”, concluye.


Fuente: Ronald Alejandro Rocha
Redacción: Publiagro