Herramienta y tecnología CAR / Foto: Publiagro
Herramienta y tecnología CAR / Foto: Publiagro

El investigador senior y docente Fernando Baldi destacó el rol fundamental que están adquiriendo las evaluaciones genéticas como herramienta de mejora no solo en cabañas especializadas, sino también en rebaños comerciales de producción bovina.

Según Baldi, el acceso a esta tecnología ha cambiado radicalmente en los últimos años. “Contrario a lo que acontecía en el pasado, cuando se hablaba de evaluación genética, esa información quedaba restringida solamente a las cabañas productoras de genética.

Hoy en día, esa información está accesible a un rebaño comercial que quiera mejorar la producción de terneros, mejorar el hato de recría y engorde, mejorar el peso de sus animales en faena, la calidad de las carcasas”, señaló. Esto significa que los hatos comerciales pueden participar en programas de mejoramiento genético de la misma manera que lo hacen las cabañas, utilizando las evaluaciones para seleccionar animales más productivos.

Baldi subrayó que este avance tecnológico permite a los productores tomar decisiones más informadas, como elegir vacas con mayor potencial productivo, identificar hembras que generarán animales de faena de alto rendimiento o seleccionar individuos que aseguren mejor calidad de carne, mayor peso de canal y mejores resultados económicos.

Nuevas características evaluadas por la ANCP
El investigador también anunció importantes novedades que comenzarán a implementarse en los próximos meses dentro del sistema de evaluación de la ANCP. A partir de agosto, se sumarán dos nuevas características al conjunto de DEP (Diferencias Esperadas en la Progenie):

“Teóricamente, tienen una menor exigencia nutricional y son muy buscados en sistemas extensivos como acontece en Bolivia, porque interesa tener animales productivos pero que soporten la oscilación extrema de oferta de pasto”

 

Vaquillonas desafiadas precozmente/ Foto: Publiagro
Vaquillonas desafiadas precozmente/ Foto: Publiagro
  1. Ganancia Residual (GR): una característica relacionada con la eficiencia alimentaria. “Es una característica para identificar animales que tienen mejor eficiencia de conversión y ganancia de peso”, explicó Baldi. Esta información es fundamental en un contexto en el que los costos de alimentación representan una proporción significativa de la inversión ganadera.
  2. Longevidad de hembras desafiadas precozmente: otra característica que la ANCP comenzará a evaluar es la longevidad productiva, entendida como la cantidad de terneros que una hembra joven puede producir a lo largo de su vida útil. “Esto es una característica muy importante que la ANCP está disponibilizando DEP, evaluaciones genéticas para estas características”, destacó el investigador.

Además, Baldi anunció que la raza Sindi, que ha ganado popularidad tanto en Brasil como en Bolivia, contará desde agosto con su propio programa de mejoramiento genético. “Ya hay cabañas de Sindi en Bolivia que se han unido a este proyecto y, a partir de agosto, la ANCP comenzará a lanzar evaluaciones genéticas para la raza Sindi”, afirmó, abriendo nuevas posibilidades para criadores interesados en esta raza de alto rendimiento en ambientes tropicales.

CAR: una herramienta útil en sistemas extensivos como el Beni
Otra herramienta destacada por Baldi es el CAR (Consumo Alimenticio Residual), un indicador clave para evaluar la eficiencia alimentaria en condiciones controladas. “El CAR se calcula como la diferencia entre el consumo real del animal y el consumo esperado en función de su peso y ganancia. Se simula una dieta parecida a pasto y permite identificar animales que comen menos de lo esperado”, explicó.

Este indicador es especialmente útil en sistemas extensivos, como los que se encuentran en la región del Beni, Bolivia, donde las oscilaciones en la oferta de forraje natural pueden ser extremas. Los animales que presentan buenos valores de CAR suelen ser más eficientes y resistentes, lo que los hace altamente valorados en este tipo de sistemas de producción.
“Teóricamente, tienen una menor exigencia nutricional y son muy buscados en sistemas extensivos como acontece en Bolivia, porque interesa tener animales productivos pero que soporten la oscilación extrema de oferta de pasto”, concluyó Baldi.

El avance de las tecnologías de evaluación genética, el acceso democratizado a estas herramientas por parte de los productores comerciales, y la incorporación de nuevos indicadores como la Ganancia Residual, la Longevidad Productiva y el CAR, están posicionando a la ANCP como un referente clave en el mejoramiento genético bovino adaptado a diversas realidades productivas. Estos avances no solo benefician a las grandes cabañas, sino también a los productores que buscan mayor eficiencia, rentabilidad y sustentabilidad en sus rodeos.

Fuente: Fernando Baldi
Redacción: Publiagro