Son lagunas naturales/ Foto: Publiagro
Son lagunas naturales/ Foto: Publiagro

En la comunidad de San Luis, un emprendimiento familiar ha logrado consolidarse como un modelo de desarrollo productivo y turístico a través de la piscicultura. Se trata de la propiedad de Walter Mendoza, productor de pescado que ha dedicado los últimos tres años a la crianza de pacú en un sistema de producción sostenible y rentable. Con seis lagunas piscícolas activas, la iniciativa ha logrado no solo generar ingresos constantes, sino también atraer a visitantes con un concepto innovador que combina producción, gastronomía y turismo vivencial.

“Producimos los peces y los vendemos directamente al consumidor, tenemos 6 lagunas y hacemos la crianza completa, desde los alevines, los más grandecitos y hasta los que ya están para cosecha”, explica Mendoza, quien resalta que el proyecto ha sido impulsado y sostenido por su familia desde sus inicios.

A diferencia de otros emprendimientos que dependen de fechas específicas como Semana Santa, Mendoza destaca que su negocio mantiene una rentabilidad sostenida durante todo el año, gracias a la operación del restaurante que funciona los fines de semana y la apertura de las lagunas al público como espacio de pesca recreativa.

“El negocio es muy rentable”, asegura con entusiasmo.

La especie que produce es el pacú (Piaractus mesopotamicus), su popularidad se debe a múltiples factores: rápido crecimiento, buena conversión alimenticia, alta resistencia a enfermedades y una excelente adaptación al clima tropical, características que lo convierten en una opción ideal para pequeños y medianos productores.

“Producimos los peces y los vendemos directamente al consumidor, tenemos 6 lagunas y hacemos la crianza completa, desde los alevines, los más grandecitos y hasta los que ya están para cosecha”

Producción de peces en las lagunas de Walter Mendoza, variedad pacú/ Foto: Publiagro
Producción de peces en las lagunas de Walter Mendoza, variedad pacú/ Foto: Publiagro

El pacú también es valorado por su carne suave y sabrosa, con bajo contenido de grasa y alto valor proteico, lo que lo posiciona como un alimento saludable, cada vez más demandado en los mercados locales. Además, su crianza genera bajo impacto ambiental cuando se maneja adecuadamente, lo que refuerza su viabilidad dentro de sistemas productivos sostenibles.

El caso de Walter Mendoza refleja cómo la piscicultura puede transformarse en un motor de desarrollo económico rural, integrando producción alimentaria, autoconsumo, comercialización directa y actividades turísticas. Un modelo exitoso que demuestra que con organización, trabajo familiar y aprovechamiento de recursos locales, es posible generar ingresos, empleo y valor agregado en el campo boliviano.

Fuente: Edilberto Brito
Redacción: Publiagro

Cuentan con seis lagunas piscícolas/ Foto: Publiagro
Cuentan con seis lagunas piscícolas/ Foto: Publiagro