Representantes de la Federación Departamental de Productores de Leche de Santa Cruz (FEDEPLE) hicieron pública su preocupación ante la delicada situación que atraviesa la producción nacional de leche, un alimento fundamental en la dieta de las familias bolivianas. En una conferencia de prensa, expresaron que los productores enfrentan un panorama cada vez más adverso, con costos crecientes y precios regulados que no cubren ni siquiera los gastos básicos de producción.

«El sector está en riesgo, cada litro que dejamos de producir es una señal de alerta, nuestros costos siguen subiendo mientras los ingresos no alcanzan», advirtió Eduardo Cirbián, presidente de FEDEPLE. En su declaración, enfatizó que, de continuar esta tendencia, Bolivia podría encarar un escenario de desabastecimiento paulatino, lo que obligaría al país a importar leche a precios más altos, comprometiendo no solo la soberanía alimentaria, sino también el empleo y la estabilidad de miles de familias productoras.

En este contexto, los productores anunciaron la aceptación del nuevo precio de Bs 5,16 por litro de leche, una cifra reconocida y validada oficialmente por el Gobierno Nacional mediante una comunicación emitida el 11 de abril de 2025, a través de Pro Bolivia y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras. Sin embargo, dicha aceptación está sujeta a una condición fundamental: la provisión efectiva de 1.500 toneladas mensuales de maíz subvencionado, insumo clave para la alimentación del ganado. De no cumplirse esta provisión, los productores reiteraron que insistirán en ajustar el precio a Bs 6 por litro, cifra que refleja los costos iniciales reales del sector.

“El reajuste implica un sacrificio: hemos renunciado a tareas necesarias como la renovación de pasturas, la depreciación de nuestros activos y hasta al salario del propio productor»

Foto: Fedeple
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«El reajuste implica un sacrificio: hemos renunciado a tareas necesarias como la renovación de pasturas, la depreciación de nuestros activos y hasta al salario del propio productor», añadió Cirbián, aludiendo a las duras decisiones que se han debido tomar para sostener mínimamente la actividad productiva.

Asimismo, expresó su rechazo a la Resolución Bi-Ministerial que actualmente fija los precios de la leche, calificándola como una «camisa de fuerza» que restringe la sostenibilidad del sector. En esa línea, los representantes de FEDEPLE aclararon que su demanda es técnica y legítima, y no responde a ningún interés político o partidario.

Durante el evento, también tomó la palabra el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Klaus Frerking, quien señaló que «la lechería en Bolivia se apaga, netamente por un tema de intervención del mercado. El Gobierno regula el precio final del producto y eso repercute directamente en los productores».

Frerking cuestionó duramente la incoherencia entre el reconocimiento oficial de los costos y los precios ofertados: «Si el propio Gobierno reconoce un costo de producción de Bs 5,16 por litro, ¿por qué se nos ofrece Bs 4? ¿Quién asume esa diferencia? Desde el escritorio se plantean soluciones que no reflejan la realidad del campo. Invitamos a las autoridades a visitar nuestras unidades productivas, a ver cómo trabajamos y qué dificultades enfrentamos».

Asimismo, advirtió que ya se han cerrado al menos 100 lecherías, lo que representa una pérdida de empleos y un riesgo real de convertirnos en importadores de leche.

Fuente: Fedeple
Redacción: Publiagro