

El estrés y los agentes infecciosos son factores determinantes que pueden desencadenar cuadros de inmunosupresión en aves. Esta condición representa un serio problema sanitario en la industria avícola, ya que debilita la respuesta inmune del animal, haciéndolo más susceptible a enfermedades y afectando directamente su rendimiento productivo.
El doctor Tobias Filho, veterinario de Brasil, explica que “la inmunosupresión ocasiona daños a tejidos inmunes importantes porque desarrollan células y componentes de la respuesta inmune”. En otras palabras, cuando el sistema inmune se ve comprometido, la capacidad del ave para defenderse ante agentes patógenos se reduce considerablemente.
“La respuesta inmune es como los animales reaccionan a los desafíos en ambientes que pueden ser desafíos sanitarios, virales, bacterianos, así como otros desafíos nutricionales como por ejemplo micotoxinas”. Por ello, es fundamental entender que múltiples factores, tanto internos como externos, pueden incidir en el equilibrio del sistema inmune de las aves.
Factores estresantes
Para el doctor Tobias Filho, es necesario considerar ciertos elementos que generan estrés en las granjas avícolas. Entre ellos, destaca la sobrepoblación de aves como una de las principales causas, ya que genera un espacio insuficiente para comederos y bebederos, lo que deriva en una competencia constante por alimento y agua.
“La nutrición inadecuada, las camas húmedas, un exceso de polvo y las altas temperaturas, también contribuyen a la aparición de estrés, debilitando el sistema inmunológico.
Agentes infecciosos
El especialista también hace referencia a una serie de agentes infecciosos que pueden causar enfermedades de alta prevalencia en las granjas, como la enfermedad de Gumboro, Newcastle, bronquitis infecciosa, anemia infecciosa, la enfermedad infecciosa de la bursitis, reovirus, retrovirus, como el virus de la reticuloendoteliosis. Todos ellos pueden actuar como desencadenantes de procesos inmunosupresores, afectando severamente la salud de las aves.
¨Uno de los efectos más preocupantes de la inmunosupresión es que incluso puede reducir la respuesta vacunal, afectar a los parámetros productivos de los animales y causar pérdidas económicas importantes”, advierte Filho.


“La inmunosupresión ocasiona daños a tejidos inmunes importantes porque desarrollan células y componentes de la respuesta inmune”






Desafíos
El desafío en el manejo de la inmunosupresión es lograr una alta productividad sin comprometer la salud del animal. El doctor señala que la mejor productividad que se busca no es compatible con un animal que no tiene capacidad para mantener una respuesta competente a los desafíos locales y siempre hay que preservar la capacidad productiva.
En ese sentido, añade que los desafíos siempre están, la capacidad para superar y no permitir que esos desafíos afecten el desempeño es la respuesta, porque las aves pueden perder peso, y disminuir la producción si no se toman medidas. Esto deja en evidencia que la inmunosupresión no solo tiene un impacto en la salud del ave, sino que compromete seriamente la rentabilidad de toda la cadena avícola.
Por eso, Tobias Filho enfatiza que se debe prestar atención especial a la calidad de las materias primas utilizadas en la alimentación.
¨Hay que tener principal cuidado en la materia prima, el manejo de la materia prima y que sea de calidad”, ya que de ello depende también el fortalecimiento del sistema inmune.
Micotoxinas
Finalmente, el veterinario destaca el rol de las micotoxinas como un factor crítico en el contexto de la inmunosupresión.
“El daño que pueden generar las micotoxinas en caso de un cuadro de inmunosupresión, es dañar los tejidos, es decir una peor respuesta inmunológica, por lo que el animal no es capaz de enfrentar estos daños y no va a generar una respuesta competente, generando pérdidas de productividad”, explicó.
En conclusión, la inmunosupresión es un problema complejo que requiere un enfoque integral, desde el manejo ambiental y nutricional hasta la prevención de enfermedades y el control de contaminantes como las micotoxinas. Solo así es posible mantener un sistema inmune competente, que permita a las aves responder adecuadamente a los desafíos y sostener una producción rentable y saludable.
Fuente: Tobias Filho
Redacción: Publiagro

