



La Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA) publicó esta semana nuevas convocatorias para la ampliación de plantas industriales en los departamentos de La Paz, Tarija y Chuquisaca. Los proyectos incluyen segundas fases de obras que ya se encuentran parcialmente en funcionamiento, así como nuevas líneas de equipamiento.
Los anuncios llegan en medio de una fuerte crisis económica, particularmente en el sector agropecuario, donde productores lecheros, ganaderos, arroceros y cañeros denuncian abandono estatal y falta de incentivos reales para la producción. Mientras tanto, estas inversiones multimillonarias abren un debate sobre su impacto real frente a su elevado costo.
Planta de Alimento Balanceado en Yacuiba, Tarija
Esta planta fue inaugurada a fines de 2023 con una capacidad para procesar alimento destinado a bovinos, porcinos y aves, y con seis silos para almacenar hasta 36.000 toneladas de grano. Actualmente, opera por debajo de su capacidad instalada, y aunque se mencionan más de 2.800 productores beneficiados, los niveles de acopio y transformación siguen sin dinamizar la economía local ni incidir en los precios del alimento balanceado en el sur del país.
Ahora, se convoca a una segunda fase de construcción, sin presentar un informe técnico sobre la eficiencia o retorno de inversión de la primera fase. El sector agropecuario tarijeño, con dificultades para mantener rentabilidad, cuestiona que no existan incentivos directos a la producción primaria mientras se amplían infraestructuras subutilizadas.


“Mientras el campo clama por apoyo directo a la producción, el Estado prioriza ampliaciones industriales de dudoso retorno, sin evaluar el impacto real de las plantas ya construidas”




Silos para la Planta Procesadora de Papa en Chuquisaca
La planta de industrialización de papa en Chuquisaca fue puesta en funcionamiento con una línea de producción en 2022. En 2024 se amplió a tres líneas, lo que permitió aumentar la oferta de productos procesados. Sin embargo, la materia prima sigue siendo insuficiente por falta de apoyo al cultivo y al productor de papa, principalmente en los valles y zonas frías del departamento.
El anuncio de una segunda fase para la construcción de silos de almacenamiento llega con una pregunta básica: ¿de dónde saldrá la papa para llenar esos silos? La producción sigue siendo estacional y sujeta a riesgos climáticos y de mercado. Además, los precios para el productor no han mejorado sustancialmente, generando dudas sobre el verdadero impacto de esta planta más allá del plano discursivo.
Equipamiento y puesta en marcha – Planta Piscícola y línea de alimento balanceado, Lago Titicaca, La Paz
La planta piscícola de San Pablo de Tiquina está proyectada como la mayor infraestructura de transformación de trucha en el altiplano boliviano, con cinco unidades: reproducción, crianza, procesamiento, producción de alimento y tratamiento de aguas.
A la fecha, la planta aún no ha sido entregada en su totalidad, y no está en funcionamiento pleno, según reportes locales. Las asociaciones de productores del Lago Titicaca han manifestado preocupación por la falta de coordinación técnica y operativa. A pesar de esto, el gobierno ha convocado ya a empresas para equipar e instalar cuatro líneas de producción, y también para montar la línea de alimento balanceado piscícola, sin haber consolidado siquiera la estructura funcional de la planta principal.
En este contexto, los pescadores y acuicultores reclaman más acceso a mercados y tecnología a escala comunitaria, en lugar de una megaestructura cuyo alcance aún está por verse.
Fuente: ABI, Cedla
Redacción: Publiagro

