Bolivia apunta a consolidarse como un país exportador de carne de pollo, pero para lograrlo debe afrontar uno de sus mayores retos: implementar una bioseguridad integral en toda la cadena avícola. Este desafío requiere de una estrategia articulada entre el sector público y privado, donde la sanidad, la prevención y la tecnología se conviertan en pilares fundamentales.

Así lo expresó el director del Servicio Departamental Agropecuario de Santa Cruz (Sedacruz), Dr. Erick Eulert Mendoza, quien destacó la necesidad de establecer una “alianza público – privada para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades” que ofrece el comercio internacional.

Para Eulert, la base de esta estrategia debe ser la definición de reglas claras entre ambos sectores, con enfoque en la bioseguridad.

“Esto debe partir en definir reglas entre el sector privado y público en temas de bioseguridad, con programas sanitarios, control del movimiento, las barreras sanitarias que son necesarias, la vigilancia epidemiológica, las barreras que se debe tener en toda la cadena productiva y el uso de tecnología y biotecnología, todos esos factores hacen parte de la bioseguridad”, explicó.

El cumplimiento estricto de los protocolos en las granjas, la capacitación constante del personal y la inclusión de los pequeños productores son puntos esenciales en este modelo.

“Esto debe partir en definir reglas entre el sector privado y público en temas de bioseguridad, con programas sanitarios, control del movimiento, las barreras sanitarias que son necesarias, la vigilancia epidemiológica, las barreras que se debe tener en toda la cadena productiva y el uso de tecnología y biotecnología, todos esos factores hacen parte de la bioseguridad”

“Esta bioseguridad se va a poder alcanzar cuando en las granjas se cumplan con los protocolos correctamente, cuando el personal esté debidamente capacitado, cuando los productores de traspatio cumplan con las normas básicas de cómo criar un ave de traspatio, al que no se le puede prohibir ni erradicar esta cría”, subrayó.

Erradicar enfermedades como Newcastle o evitar el ingreso de la influenza aviar son condiciones imprescindibles para que Bolivia acceda a los mercados internacionales de carne de pollo. En este sentido, Sedacruz viene trabajando activamente mediante el Programa de Sanidad Aviar, que incluye campañas de vacunación contra el Newcastle y una vigilancia epidemiológica permanente.

“En Sedacruz se trabaja bajo el programa de Sanidad Aviar, llevando adelante vacunación de enfermedad del Newcastle, haciendo vigilancia en más de 300 sensores en diferentes lugares del departamento, especialmente en comunidades, ya que el principal objetivo es el pequeño productor y el de traspatio, para que esto no se convierta en un riesgo epidemiológico para las granjas medianas y grandes, que son las que van a exportar probablemente pronto”, detalló Eulert.

Asimismo, hizo un llamado a los productores a involucrarse activamente en este esfuerzo sanitario conjunto.

“Los productores pueden coadyuvar trabajando con veterinarios, el Senasag, con toda la reglamentación que se tiene, comunicar la presencia de enfermedades que se presenten en las granjas, desarrollar protocolos”, recomendó.

Con una visión país clara y un trabajo articulado, Bolivia tiene el potencial de convertirse en un exportador confiable de carne de pollo, garantizando calidad, inocuidad y responsabilidad sanitaria.

Fuente: Erick Eulert Mendoza
Redacción: Publiagro