



Tras 49 días desde la imposición del veto a la exportación de carne bovina, las pérdidas acumuladas para el sector exportador ascienden a $us 33 millones, de acuerdo con el informe presentado por la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb). El gerente de la entidad, Marcelo Olguín, señaló que la medida gubernamental no ha resuelto el incremento de precios en el mercado interno, y atribuye la subida a otros factores como el contrabando, que afecta tanto a la oferta como a la demanda del producto.
La carne bovina es uno de los productos más importantes para la agroindustria boliviana, con exportaciones que representan alrededor de $us 250 millones anuales. Este sector ha logrado posicionarse en mercados internacionales como China, Rusia, Perú y Chile, lo que ha impulsado el desarrollo de la cadena productiva, desde los pequeños productores hasta las plantas procesadoras de carne.
El Gobierno tomó la decisión de suspender las exportaciones el 5 de febrero con la intención de aumentar la oferta interna y disminuir el precio de la carne, que había experimentado una subida “injustificada”. Sin embargo, Olguín indicó que, tras casi dos meses de la medida, los precios en los mercados no han vuelto a los niveles esperados. Según sus declaraciones, cuando se impuso el veto, el precio del kilo gancho de carne era de Bs 32, subió a Bs 40 y, a pesar de los esfuerzos, hoy ronda los Bs 35, evidenciando que el problema no radica en la exportación sino en el contrabando.


“El veto a las exportaciones de carne ya suma pérdidas de $us 33 millones para el sector agropecuario, mientras que el contrabando sigue afectando los precios y la competitividad del mercado”


El contrabando de carne sigue siendo una de las principales amenazas para el mercado interno, desestabilizando la competencia y reduciendo la rentabilidad para los productores legales. Olguín urgió a las autoridades a intensificar los controles para frenar esta actividad ilícita que no solo afecta la economía del sector agropecuario, sino también la sostenibilidad de las exportaciones. La posibilidad de generar divisas a través del comercio internacional es vital para los productores de carne, quienes dependen de la apertura de nuevos mercados para asegurar sus ingresos y seguir invirtiendo en la producción.
El Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural informó que las medidas aplicadas para controlar los costos han reducido el precio del kilo gancho de Bs 40 a Bs 34,5. Sin embargo, Olguín advierte que mantener el veto a la exportación podría generar efectos negativos en el mediano plazo, afectando no solo al sector cárnico, sino también a la agroindustria en general. La falta de acceso a mercados internacionales limitaría las oportunidades de crecimiento de los productores bolivianos, debilitando la competitividad del país en el comercio global.
En las próximas semanas, el Gobierno y los productores continuarán las negociaciones para evaluar una posible suspensión del veto a las exportaciones, con el fin de aliviar la presión sobre el sector exportador y reactivar el comercio internacional de carne bovina, un producto clave para la economía agropecuaria de Bolivia.
Fuente: La Razón
Redacción: Publiagro

