El sector arrocero de Bolivia atraviesa una grave crisis debido a la falta de abastecimiento de diésel, un insumo vital para la producción agrícola. Según la exgerente de la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (Fenca), Ana Isabel Ortiz, los productores han llegado a pagar entre Bs 25 y Bs 30 por litro de diésel en el mercado negro, un precio hasta seis veces mayor que el costo oficial. Este sobreprecio ha sido catalogado como una forma de extorsión a los agricultores, quienes, en medio de la desesperación por salvar sus cultivos en plena cosecha, se ven obligados a recurrir a estas alternativas.

La situación es crítica para los arroceros, ya que el diésel es indispensable para la maquinaria agrícola utilizada en las labores de cosecha. La escasez del carburante ha incrementado significativamente los costos de producción, lo que reduce la rentabilidad del arroz, un producto esencial en la canasta básica alimentaria de Bolivia. “Estamos hablando de un golpe económico fuerte para los productores, que ya enfrentan precios bajos por la venta de arroz, y ahora deben asumir un costo elevado por el diésel, lo que compromete su viabilidad financiera”, declaró Ortiz.

Además del impacto en los costos de producción, la falta de diésel genera demoras en las cosechas, lo que pone en riesgo la calidad y el rendimiento de los cultivos. El arroz, al igual que otros productos agrícolas, no puede esperar; cualquier retraso en la recolección puede resultar en pérdidas irreparables, afectando tanto a los pequeños como a los medianos productores. Según el reporte de Ortiz, esta problemática afecta especialmente a las zonas rurales productivas de Santa Cruz, donde las largas filas para obtener combustible siguen siendo una constante, mientras que en las ciudades la situación parece estar mejorando.

“El desabastecimiento de diésel obliga a los arroceros a comprar combustible a precios extorsivos, afectando la producción y la economía de uno de los principales sectores agrícolas del país”

El Gobierno se comprometió a normalizar el abastecimiento de diésel para el 31 de marzo, pero hasta la fecha los productores no han visto una solución efectiva. “Es urgente que se priorice el abastecimiento de diésel para el sector productivo. Estamos en plena época de cosecha, y no solo el arroz, sino también otros cultivos están en riesgo si no se toma acción inmediata”, advirtió Ortiz.

El sobrecosto del combustible no solo afecta directamente a los productores de arroz, sino que también podría traducirse en un aumento de precios para el consumidor final, ya que los agricultores no podrán absorber indefinidamente estos costos adicionales sin trasladarlos al mercado. Este problema plantea un desafío tanto para la producción interna de alimentos como para la competitividad del sector agrícola boliviano en los mercados externos.

Finalmente, los productores hacen un llamado urgente a las autoridades para que regularicen el suministro de diésel y combatan de manera efectiva el mercado negro, que se aprovecha de las circunstancias para lucrar a expensas del esfuerzo de los agricultores.

Fuente: Correos del Sur
Redacción: Publiagro