La confirmación de los aranceles impuestos por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a Canadá, México y China está generando mucha volatilidad  en las cotizaciones de los productos agrícolas en los mercados de Chicago.. En cuanto a Bolivia, las perspectivas para el mercado de la soya son analizadas por el Ing. Alberto J. Ospital, responsable  de  Agro consultora Mercados Bolivianos .

El Ing.  Ospital identifica 2 grupos de  factores clave para entender el futuro de la soya en el país.

 El primero de ellos son los factores propios del complejo oleaginoso, como la evolución de los precios de la harina y el aceite que representan un 60 % del precio final local . Esto relacionado con el impacto de la guerra comercial impulsada por Trump, que ha afectado significativamente a los mercados internacionales, incluyendo a China, Europa, Canadá y México, lo que a su vez repercute en Bolivia.

“Obviamente, esto nos traerá algo de volatilidad, es decir, fluctuaciones en los precios, dado que tomamos como referencia lo que sucede en Chicago para armar nuestros precios”, explica Ospital. A su vez, destaca que Sudamérica, especialmente, Argentina, Brasil y Paraguay, están registrando una campaña productiva exitosa, lo que genera una oferta considerable. No obstante, esta mayor oferta estaría superando la demanda mundial, lo que va a presionar a la baja los precios en el mercado global.

“Parece que la harina de soya es la que suavemente empuja hacia abajo los precios como tendencia general , pese a algún rebote puntual , mientras que el aceite, por otro lado, produce un efecto de contención por de los aranceles que están limitando la intensidad de la baja en los precios del mercado”, apunta Ospital.

En Bolivia, el segundo gran factor que explica el 40% del precio final local está influenciado por el tipo de cambio diferencial respecto al tipo de cambio oficial que reciben los agroexportadores al reingresar sus dólares producto de la exportación del aceite y la harina de soya y que en un buen porcentaje trasladan al precio final local .

En síntesis , el especialista menciona que entender la oferta y la demanda mundial del complejo oleaginoso, junto con el tipo de cambio que se aplicará a los agroexportadores, es esencial para prever el futuro inmediato de los precios de la soya en Bolivia.

“Desde Agroconsultoras Mercados Bolivianos, pensamos que el mercado tiene más probabilidades de bajar que de subir. A partir de la segunda quincena de marzo, cuando tengamos claridad sobre el volumen de oferta, estimado entre 2.850.000 y 3,1 millones de toneladas, es probable que el mercado experimente una ligera caída en lugar de un aumento”

“Desde Agroconsultoras Mercados Bolivianos, pensamos que el mercado tiene más probabilidades de bajar que de subir. A partir de la segunda quincena de marzo, cuando tengamos claridad sobre el volumen de oferta, estimado entre 2.850.000 y 3,1 millones de toneladas, es probable que el mercado experimente una ligera caída en lugar de un aumento”, señala.

Uno de los factores que podría alterar esta perspectiva es el estado de los programas de exportación de Bolivia. En años anteriores, por estas fechas, ya se habían definido claramente las estrategias de exportación del poroto de soya, lo que permitía al país participar activamente en el comercio exterior. Sin embargo, este año, aún no se ha aprobado un decreto que permita la exportación de soya, lo que está generando incertidumbre en el sector.

“El gobierno aún está revisando cuál será la política de exportación al momento de escribir estas líneas (07/03/2025), y esto está limitando el sano juego de oferta y demanda que garantiza a los productores de recibir precios competitivos ”, explica Ospital.

Cuando no hay competencia de compradores en el mercado interno debido a la falta de exportaciones, los productores pierden claridad de información .

A pesar de este panorama, Ospital también reconoce que existen algunos factores alcistas que podrían influir en el mercado. La reducción del área a sembrar en los Estados Unidos 2025 ha logrado contener los precios de referencia en Chicago, lo que podría generar algunas fluctuaciones que los productores podrían aprovechar. Además, el clima en el periodo de siembras desde marzo en los Estados Unidos podría traer volatilidad que impacte los precios globales. Sin embargo, en términos generales, el especialista considera que el mercado tiende más a seguir una tendencia bajista por el gran potencial de oferta Sudamericana .

“¿Existen factores alcistas? Sí, los hay, pero en general, el mercado se inclina más hacia la baja que hacia el alza”, concluye Ospital, recordando que el buen productor no es aquel que solo cosecha mas sino el que también vende mejor …. !!!

Fuente: Alberto Ospital
Redacción: Publiagro