



El Sistema de Pastoreo Racional Intensivo (PRI) es una estrategia ganadera que permite maximizar el aprovechamiento del pasto y del animal, evitando que el ganado busque su alimento de forma desordenada. En este sistema, el productor dirige el consumo de los animales hacia las áreas con pasto de mejor calidad, asegurando una alimentación más eficiente y sostenible.
Este método de pastoreo se gestiona mediante cercas eléctricas móviles, lo que facilita la rotación del ganado en distintos potreros. Jorge Kefer, ingeniero zootecnista y administrador de la Hacienda HK, explicó que en su propiedad han implementado este sistema desde hace más de siete años, logrando mejoras progresivas a lo largo del tiempo.
«Como todo inicio, comenzamos a ‘porrazos’, ya que la mejor forma de aprender es errando. Primero implementamos cercas con dos hilos electrificados, pero vimos que no funcionaba del todo. Luego probamos con un hilo electrificado y otro neutro. Iniciamos con ciclos de ocupación de cuatro días, luego los reducimos a tres, después a dos, hasta que hoy en día llegamos al máximo de explotación de campo con rotaciones de medio día», detalló Kefer.
Gracias a este enfoque, han logrado maximizar la producción y explotación del forraje, lo que se traduce en mejores ganancias de peso en los animales y un uso más eficiente del campo.
El punto ideal de entrada del pasto
Cada tipo de pasto tiene una altura óptima de entrada en la que presenta su máxima concentración de nutrientes para el ganado. Según Kefer, este momento se alcanza cuando la vegetación llega al 95% de intercepción luminosa, es decir, cuando solo el 5% de la luz solar llega a la base del pasto.
«Cuando el pasto alcanza el 100% de intersección luminosa, la luz deja de llegar a la base y el crecimiento del tallo se acelera. En ese punto, el material comienza a secarse, la producción de hojas disminuye y se inicia el proceso de lignificación, lo que hace que el animal tenga más dificultad para aprovecharlo», explicó.
Por ello, el momento ideal para el ingreso del ganado es cuando se alcanza el 95% de intercepción luminosa, garantizando así un alimento de máxima calidad nutricional.
Cómo calcular la producción forrajera del campo
Para determinar cuánto pasto puede proporcionar un área determinada, es fundamental medir la producción de forraje por metro cuadrado y compararla con el consumo diario del ganado.
«Un animal normalmente consume el 2.5% de su peso vivo en materia seca por día. Con base en este dato, calculamos cuánta biomasa hay en el campo y, a partir de ello, determinamos el tamaño adecuado de la parcela para el consumo diario», explicó Kefer.
Este cálculo permite ajustar la carga animal y evitar sobrepastoreo, optimizando la productividad del sistema.
Factores que influyen en el crecimiento del pasto
El crecimiento del pasto depende de varios factores interrelacionados, entre ellos:
Luminosidad: Esencial para la fotosíntesis y la producción de biomasa.
Humedad: Un nivel adecuado de humedad favorece el crecimiento vigoroso.
Fertilidad del suelo: Aporta los nutrientes necesarios para el desarrollo óptimo de las plantas.
Temperatura: Influye en la velocidad de crecimiento y desarrollo del forraje.
Si todos estos factores favorecen el crecimiento, la recuperación del pasto será más rápida y eficiente.


«Cuando el pasto alcanza el 100% de intersección luminosa, la luz deja de llegar a la base y el crecimiento del tallo se acelera. En ese punto, el material comienza a secarse, la producción de hojas disminuye y se inicia el proceso de lignificación, lo que hace que el animal tenga más dificultad para aprovecharlo»


Asociación de pasturas en la Hacienda HK
En la Hacienda HK se trabaja con dos tipos principales de pasturas:
Panicums: Son pastos de rápido crecimiento y alta producción de biomasa, ideales para la época de verano, cuando las condiciones climáticas son más favorables.
Brachiarias: Se utilizan en la época seca, ya que presentan mejor capacidad de reserva de masa forrajera, lo que permite mantener una producción estable en períodos críticos.
«En verano explotamos los panicums porque generan mayor volumen de forraje y crecen rápido. Sin embargo, requieren condiciones óptimas. En la época seca, las brachiarias nos funcionan mejor, ya que nos permiten mantener reservas de masa forrajera para afrontar la sequía», explicó Kefer.
Suplementación en la producción ganadera
Si bien la suplementación animal es una herramienta útil para aumentar la carga ganadera, Kefer enfatiza que el primer paso es aprender a manejar correctamente el campo y maximizar el aprovechamiento del pasto.
«Cuando alcanzamos el límite de aprovechamiento del forraje, recién ahí podemos pensar en un suplemento adicional para optimizar la producción», concluyó.
El pastoreo racional intensivo es una herramienta clave para mejorar la eficiencia de la producción ganadera. Su implementación permite reducir costos, maximizar el aprovechamiento del forraje y mejorar la ganancia de peso en los animales. Además, al optimizar el uso del suelo y los recursos naturales, este sistema contribuye a una producción más sustentable y rentable para el productor.
Fuente: Jorge Kefer
Redacción: Publiagro

