



El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) está impulsando una investigación clave para mejorar las técnicas de cultivo y cosecha de tomate en condiciones de escasez de agua, un desafío recurrente en el sector agrícola boliviano. Mediante el uso de polímeros absorbentes en el sustrato de las plantas, el objetivo es optimizar el uso del agua, simulando periodos de sequía que afectan gravemente a los productores. Esta iniciativa forma parte del Proyecto Nacional de Hortalizas y busca soluciones tecnológicas sostenibles para enfrentar los efectos del cambio climático.
Wara Onishi, investigadora del proyecto, explicó que la incorporación de polímeros absorbentes en las plantineras incrementa la capacidad de retención de agua en el sustrato, reduciendo así el estrés hídrico al que las plantas de tomate están expuestas durante el trasplante. Esto permite una mayor resiliencia del cultivo ante condiciones climáticas adversas, lo que favorece tanto la productividad como la sostenibilidad de las cosechas.


«El Iniaf lidera una investigación que utiliza polímeros absorbentes para optimizar el uso del agua en cultivos de tomate, enfrentando la sequía y promoviendo cosechas sostenibles”


El investigador Misael Fernández agregó que, una vez verificadas las técnicas y tecnologías desarrolladas, serán difundidas a nivel nacional para que los productores de hortalizas puedan beneficiarse de ellas, asegurando así la soberanía alimentaria, particularmente en las zonas vulnerables a la sequía.
El Proyecto Nacional de Hortalizas tiene como objetivo implementar prácticas agrícolas más eficientes y sustentables, no solo para optimizar el uso del agua, sino también para desarrollar variedades más resistentes, garantizando un suministro de alimentos seguro en Bolivia.
Fuente: Iniaf
Redacción: Publiagro

