El Gobierno boliviano, a través del ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores Lazo, ha reafirmado su compromiso de regular el precio de la carne en el mercado interno, mientras se mantiene el veto a las exportaciones. Este jueves, el ministro anunció que mañana, viernes, se llevará a cabo una reunión clave con los productores de carne, en la que se abordará el problema de los altos precios que, según informes oficiales, continúan afectando a los consumidores.

Durante una conferencia de prensa en La Paz, Flores Lazo destacó que uno de los principales problemas que enfrenta el país es el elevado precio del ganado en pie, que repercute directamente en el costo final de la carne para los bolivianos. «No podemos destinar carne para la exportación mientras los precios no se regulen. Debemos hablar con el sector productivo, ya que es el ganado en pie el que sigue elevado», señaló con firmeza el ministro.

El Gobierno ha venido siguiendo de cerca la evolución de los precios en el mercado interno y asegura que las fluctuaciones afectan tanto a los consumidores como a la estabilidad económica del país. Según Flores Lazo, la postura del Ejecutivo es clara: «El pueblo no puede soportar este juego de altas y bajas del sector ganadero». En este contexto, el encuentro previsto para el viernes se presenta como una oportunidad decisiva para avanzar hacia una solución.

El ministro subrayó que la prioridad del Gobierno es proteger el bolsillo de los ciudadanos, garantizando que la carne, uno de los alimentos esenciales en la dieta de los bolivianos, se mantenga accesible para todos los sectores de la población. «Vamos a ser serios en la reunión con los productores y vamos a respetar el bolsillo y el estómago de los bolivianos», remarcó Flores Lazo.

«El Gobierno prioriza la estabilidad del mercado interno y mantiene firme su postura de no autorizar exportaciones mientras los precios de la carne sigan elevados para los bolivianos.»

La regulación del precio de la carne es un tema que ha generado amplio debate en el país. Por un lado, el Gobierno sostiene que los precios deben ajustarse en función de los costos de producción y la capacidad de compra del mercado interno. Por otro lado, los ganaderos argumentan que los costos de producción han aumentado considerablemente, lo que dificulta una reducción significativa en los precios sin afectar su rentabilidad.

A pesar de estas diferencias, el ministro Flores Lazo mostró optimismo en que se puedan encontrar puntos de acuerdo durante la reunión con los productores. «Hemos evidenciado esta situación y la hemos expuesto claramente. Nos reuniremos mañana para encontrar una solución que beneficie a todos, pero siempre priorizando el bienestar de los bolivianos», concluyó el ministro.

La reunión de este viernes será crucial para determinar el futuro de la industria cárnica en Bolivia y el acceso a este producto en el mercado interno. Mientras tanto, el veto a las exportaciones sigue vigente hasta que se logre una regulación efectiva de los precios.

Esta versión amplía la información con un contexto más profundo sobre las repercusiones de los altos precios y la importancia de la reunión con los productores. También se destaca el impacto que esta medida tiene en la población y la industria.

Fuente: MDRyT
Redacción: Publiagro