



Las exportaciones de productos de madera bolivianas, cerraron la gestión 2024 con un incremento del 11,3%, alcanzando un total de 96,4 millones de dólares en comparación a los 86.6 millones de dólares de la gestión 2023. En contraste, las importaciones disminuyeron en 27,4%, situándose en 43,9 millones de dólares, de acuerdo con los datos de Balanza Comercial elaborado por la Cámara Forestal de Bolivia (CFB).
Jorge E. Ávila, gerente general de la CFB, destacó que este resultado es significativo y hasta sorprendente, considerando las dificultades que se atravesaron en el segundo semestre de 2024, como bloqueos de caminos, escasez de combustible y la ausencia de divisas americanas en la economía nacional.
“Claramente estos factores han incidido directamente en el comercio exterior del sector forestal. La falta de divisas dificultó las importaciones, pero al mismo tiempo impulsó las exportaciones como una alternativa clave para los productores nacionales”, explicó.
El 2024, los principales mercados de destino de las exportaciones fueron China, con 28,5 millones de dólares (29,6%), seguido de Estados Unidos con 20,6 millones de dólares (21,4%) y, en tercer lugar, Brasil con 6,6 millones de dólares (6,9%). También se registraron envíos a Francia, Uruguay, México, República Dominicana, Bélgica, Argentina y Chile, consolidando la presencia del sector en el mercado internacional.


“Claramente estos factores han incidido directamente en el comercio exterior del sector forestal. La falta de divisas dificulta las importaciones, pero al mismo tiempo impulsó las exportaciones como una alternativa clave para los productores nacionales”


En términos de valor de los productos exportados, un 62,4% correspondió a productos elaborados o acabados como pisos, muebles, tableros, láminas, puertas y ventanas, mientras que el 37,6% fueron productos semielaborados. Cabe señalar que, Bolivia no exporta materia prima de madera; es decir, no exporta troncas.
A nivel departamental, Santa Cruz lideró las exportaciones con 63 millones de dólares (65,4%), seguido por Pando con 10,4 millones de dólares (10,8%) y La Paz con 9,1 millones de dólares (9,5%), este último con una reducción del 14,8% en comparación con 2023.
Sobre las perspectivas para 2025, Ávila advirtió que será un año complejo y atípico debido a la incertidumbre que genera el factor político y, la inocultable crisis económica por las dificultades en la disponibilidad de divisas y la escasez de combustible, factores que afectan directamente a la dinámica productiva y comercial del sector.
“Este 2025 ya nos está dando señales de que no va a ser un buen año, caracterizado especialmente en estos primeros meses por la ausencia de diésel que se origina precisamente por la escasez de dólares”, afirmó el ejecutivo.
Pese a ello, Ávila resalta que, para esta gestión, el rol de la Cámara Forestal de Bolivia, será atender las necesidades del sector forestal y tratar de anticiparse a estos desafíos para generar las mejores condiciones y que la actividad no se vea afectada o que su impacto negativo sea el menor posible. “Un aspecto clave es que la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) decida continuar, como hasta ahora, con la reducción de la burocracia innecesaria, lo que permitirá mayor dinamismo en la producción, el transporte y la comercialización de productos forestales”, concluyó.
Fuente: Cámara Forestal de Bolivia

