El control de calidad en la carne es un proceso clave que abarca toda la cadena de producción, desde el campo hasta el mercado. En este proceso participan el productor, el transporte, la industria, los comercializadores y los industrializadores, cada uno con un rol fundamental para garantizar un producto seguro y de alto estándar para el consumidor final.

Víctor Medina, zootecnista y especialista en producción animal, destaca que estos eslabones de la cadena cárnica se han ido fortaleciendo con el tiempo.

“El productor siempre estuvo presente en este proceso, pero en los últimos años la industria se vio obligada a mejorar continuamente, y lo mismo ocurrió con los comercializadores, que representan el vínculo directo con el mercado. Ahora, el consumidor juega un papel más activo, pues cada vez está más informado y es más exigente”, explicó.

Compromiso con la calidad y el control en la producción cárnica
Para garantizar un producto de calidad, es fundamental contar con mecanismos de medición y registro, los cuales permiten una mejora continua en los procesos. Medina señala que la calidad no puede ser gestionada sin un control adecuado.

“Para poder hablar de calidad, primero se debe hacer una medición previa. Esa medición, inevitablemente, genera un registro, y con esos datos se obtiene información valiosa sobre el estado de la producción”, afirmó.

Asimismo, destacó la importancia del compromiso dentro del sector cárnico.

“Al contar con esta información, el siguiente paso es asumir un compromiso de mejora continua, lo que a su vez impone una exigencia en toda la cadena productiva. Solo cumpliendo con estos estándares se podrá ofrecer un producto ideal para el consumidor final”, agregó.

«Para poder hablar de calidad, primero se debe hacer una medición previa. Esa medición, inevitablemente, genera un registro, y con esos datos se obtiene información valiosa sobre el estado de la producción”

Certificación y estándares de calidad
Uno de los aspectos que ha cobrado mayor relevancia en los últimos años es la certificación de calidad dentro del sector ganadero. De acuerdo con Medina, la valoración del ganado depende de distintos criterios que cada asociación puede definir en función de factores como la Dentición y Edad del Animal (DAD), la cobertura de grasa, el bienestar animal y la conformación del ganado.

Estos parámetros permiten establecer convenios con los frigoríficos, beneficiando a los productores que logren una mejor calidad en su producción.

En Bolivia, cuatro razas bovinas dominan el mercado y cuentan con esquemas de certificación bien establecidos: Nelore, Brahman, Braford y Brangus. Las asociaciones de estas razas han trabajado en la implementación de estándares de calidad que permiten agregar valor a la carne y asegurar su competitividad en mercados nacionales e internacionales.

Sostenibilidad como requisito clave
El concepto de sostenibilidad en la producción ganadera ha pasado de ser una opción a convertirse en una exigencia global. Medina advierte que el futuro de la industria dependerá en gran medida de su capacidad para adaptarse a estas nuevas normativas.

“Se habla mucho de sostenibilidad, y en mi criterio es algo que llegó para quedarse. No significa que por tener una certificación sostenible se vaya a pagar más por la carne, tal vez no, pero sí será un requisito indispensable para acceder a mercados que ofrecen mejores precios. No contar con un sistema de producción sostenible podría convertirse en una limitación, tal como sucedió con la fiebre aftosa en su momento”, puntualizó.

El experto también destacó los avances logrados en la ganadería boliviana, aunque reconoció que aún existen desafíos por enfrentar.

“Faltan algunos factores por fortalecer, como la medición de indicadores productivos y el refuerzo de los sistemas sanitarios. Además, es fundamental mejorar la relación entre el sector privado y el Estado, ya que las autoridades deben comprender la importancia de la producción ganadera y el impacto que tiene en la economía del país”, concluyó.

Con un mercado cada vez más exigente y la necesidad de cumplir con estándares internacionales, el sector ganadero boliviano se enfrenta al reto de consolidar su producción con un enfoque de calidad, sostenibilidad y competitividad.

Fuente: Víctor Medina
Redacción: Publiagro