El Proyecto de Alianzas Rurales (PAR) III, en colaboración con el Banco Mundial, continúa avanzando en su misión de fortalecer la producción agropecuaria en Bolivia, beneficiando principalmente a los pequeños productores. Este programa tiene como objetivo principal mejorar la seguridad alimentaria, facilitar el acceso a mercados y promover la adopción de prácticas climáticamente inteligentes, lo que resulta esencial para enfrentar los desafíos actuales del cambio climático y garantizar la sostenibilidad a largo plazo.

Desde 2021, se ha ejecutado una inversión total de Bs 1.148 millones, de los cuales más de Bs 858 millones fueron canalizados a través del Programa Empoderar – PAR III, apoyando directamente a 115.039 pequeños productores en todo el país. Estos productores, que en su mayoría provienen de comunidades vulnerables, ahora tienen la oportunidad de mejorar sus prácticas productivas y adaptarse a un entorno cada vez más desafiante.

Uno de los beneficios más significativos para los pequeños agricultores es la implementación de alianzas productivas, que les permite incrementar su competitividad. Estas alianzas no solo brindan acceso a mejores recursos, sino que también promueven la adopción de tecnologías que contribuyen a la resiliencia frente a fenómenos climáticos adversos.

«El PAR III impulsa la resiliencia y sostenibilidad de los pequeños productores en Bolivia, garantizando su acceso a mercados y enfrentando los desafíos del cambio climático”

Hasta la fecha, se han ejecutado más de 3.600 proyectos productivos, mejorando las condiciones de vida de las familias rurales. Estas iniciativas no solo generan empleo y fortalecen las economías locales, sino que también aseguran que los pequeños productores puedan mantenerse activos en el mercado, incrementando el valor de sus cosechas y obteniendo mejores precios por sus productos.

El Proyecto de Innovación para Sistemas Alimentarios Resilientes, que se ejecuta bajo el marco del PAR III, es clave para enfrentar los efectos del cambio climático. Al implementar enfoques climáticamente inteligentes, como el uso de tecnologías agrícolas sostenibles y métodos de producción que minimizan el impacto ambiental, los pequeños productores bolivianos están mejor preparados para hacer frente a los retos que se avecinan.

El enfoque en los pequeños productores es crucial, ya que son ellos quienes están más expuestos a los riesgos climáticos y económicos. Con el apoyo de este tipo de proyectos, no solo se busca mejorar la productividad y la rentabilidad de sus actividades, sino también asegurar que las comunidades rurales puedan mantenerse competitivas y autosuficientes en el largo plazo.

En resumen, el programa del PAR III está brindando a los pequeños productores las herramientas necesarias para mejorar su capacidad productiva, incrementar su acceso a mercados y, sobre todo, adaptarse a los desafíos climáticos, asegurando que su participación en la economía agropecuaria del país sea sólida y sostenible.

Fuente: ABI
Redaccion: Publiagro