Ante la situación actual que atraviesa el país y la creciente incertidumbre en el sector agropecuario, es esencial conocer la opinión de quienes están en el campo, aquellos que tienen empresas y proveen insumos y semillas a los agricultores. Frente a un panorama desalentador y castigado como el que se observa día a día, es fundamental preguntarse qué le depara al sector productivo en el futuro cercano.

Pedro Pellegrino, miembro del directorio del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Bolivia, asegura que Bolivia sigue siendo un país viable para continuar con la producción agrícola. Según él, el país cuenta con todos los recursos necesarios: agua, tierra y un clima favorable. Además, la capacidad operativa del sector está respaldada por profesionales técnicos calificados y maquinarias actualizadas. Sin embargo, Pellegrino destaca que el sector agropecuario necesita condiciones mínimas para seguir adelante.

«El tema es que el sector agropecuario debe recibir las condiciones adecuadas, como mínimo un abastecimiento oportuno de diésel y la libertad para exportar. Los datos oficiales mencionan que hoy en día el sector agropecuario es el único capaz de generar 2 mil millones de dólares al año», señala Pellegrino.

Uno de los mayores obstáculos a los que se enfrenta el sector es la escasez de diésel, que está afectando la capacidad operativa de los productores. La falta de este combustible o su suministro discontinuo está provocando retrasos en las cosechas y siembras, lo que dificulta el proceso productivo.

Cultivo de girasol en invierno/Foto: Publiagro
Cultivo de girasol en invierno/Foto: Publiagro

«Los cultivos en el campo están muy bien, pero necesitamos levantarlos y eso no puede demorar, porque de lo contrario vamos a seguir incurriendo en pérdidas económicas para el productor, es muy preocupante y es necesario una solución inmediata»

En palabras de Juvenal Bonilla, presidente del CIAB, «existe una tremenda preocupación y una incertidumbre entre los productores. Justo cuando las lluvias acompañaron la campaña con buenos rendimientos, nos enfrentamos al problema del diésel». Bonilla resalta que, aunque los cultivos en el campo están en buen estado, el problema radica en la necesidad de cosecharlos a tiempo, ya que cualquier retraso podría generar pérdidas económicas significativas para los productores.

«Los cultivos en el campo están muy bien, pero necesitamos levantarlos y eso no puede demorar, porque de lo contrario vamos a seguir incurriendo en pérdidas económicas para el productor, es muy preocupante y es necesario una solución inmediata», añadió Bonilla.

El aumento en el precio del diésel también impacta considerablemente en los costos de producción. Según el ingeniero Marín Condori, el costo de producción para un agricultor por hectárea de cultivo está cerca de los 500 dólares, considerando que el precio del diésel es de 3.72 por litro. Sin embargo, si el precio del combustible se incrementa dos o tres veces, el costo de producción aumenta en al menos 100 dólares adicionales.

«No es que el agricultor vaya a perder, pero su ganancia va a ser mínima. Y estando en un entorno de países como Brasil y Argentina, ¿cómo va a competir el país si la idea es abaratar los costos de producción y aumentar los rendimientos por hectárea? Así no se puede lograr eso», explica Condori.

La esperanza de tener una campaña exitosa, respaldada por las lluvias tan esperadas por los agricultores, se ve empañada por la incertidumbre y la impotencia de no poder recuperar lo perdido en campañas anteriores, debido a la falta de diésel en el campo. Condori también señala que el impacto no solo afecta la campaña principal, sino que también pone en riesgo la preparación para la campaña de invierno, que incluye cultivos como trigo, sorgo y girasol.

«Con la buena lluvia, es ideal prepararse para la campaña de invierno, pero sin diésel no podemos hacer nada. Es una incertidumbre total para el productor», afirma Condori.

En resumen, a pesar de todos estos desafíos, Marín Condori afirma que el productor seguirá sembrando, ya que es lo que sabe hacer y la pasión por la agricultura persiste en cada uno de ellos.

Fuente: Publiagro