El maní es uno de los productos agrícolas más representativos de Bolivia, destacándose por su calidad y potencial de exportación. Durante el período comprendido entre enero y noviembre de 2024, las ventas internacionales de este producto alcanzaron un valor de 11 millones de dólares, reflejando el creciente interés de los mercados externos en el maní boliviano.

En 2023, Bolivia superó las 26 mil toneladas de producción de maní, con una marcada concentración en tres departamentos clave:

  • Tarija lidera la producción nacional con el 53% del total, consolidándose como la principal zona manisera del país.
  • Santa Cruz, con un 23%, ha incrementado su superficie cultivada y mejorado sus técnicas de producción.
  • Chuquisaca, con una participación del 19%, también aporta significativamente a la producción nacional, especialmente con cultivos en el área rural.

Otras regiones como Cochabamba y Beni también cultivan maní, aunque en menor escala, principalmente para el consumo interno y mercados locales.

«Aquí los productores anhelamos contar con pozos de agua y hemos hecho una petición al Fondo Indígena y al gobierno nacional. En una visita reciente, los Ministros verificaron nuestra producción y se comprometieron a apoyar al sector»

La importancia del maní para los pequeños productores
Para muchos agricultores, el maní representa una fuente de ingresos clave. Juan Alfaro, dirigente de la colonia San Martín, ubicada entre los municipios cruceños de Concepción y San Ignacio, destaca que la inversión en el cultivo de maní ofrece una gran oportunidad para los productores.

«Aquí los productores anhelamos contar con pozos de agua y hemos hecho una petición al Fondo Indígena y al gobierno nacional. En una visita reciente, los Ministros verificaron nuestra producción y se comprometieron a apoyar al sector», explicó Alfaro.

En la Colonia San Martín, la cosecha anual puede llegar hasta mil toneladas de maní, y en la actualidad, ocho comunidades en Concepción se dedican a este cultivo. Sin embargo, la falta de sistemas de riego y pozos de agua sigue siendo una limitante para incrementar la producción.

De manera similar, en la zona de Tembladeras, Valles Cruceños, pequeños productores como Susana Iriarte comercializan su maní en el mercado local.

«Cosechamos y vendemos para el mercado de Santa Cruz. Tenemos muy buena producción, el clima nos favorece y nos pagan un buen precio», indicó Iriarte. No obstante, a pesar de desconocer el impacto de la producción nacional, asegura que cualquier crecimiento beneficiará a los agricultores siempre y cuando reciban apoyo para seguir expandiendo su producción.

Exportación
El maní boliviano ha logrado posicionarse en mercados internacionales gracias a su alta calidad, sabor y valor nutricional. Países como Argentina, Perú, Brasil y algunos destinos en Europa se han convertido en compradores recurrentes del producto. La demanda ha ido en aumento, impulsada por el interés de la industria alimentaria en productos naturales, ricos en proteínas y grasas saludables.

No obstante, el sector enfrenta desafíos importantes, como la necesidad de mejorar la infraestructura de procesamiento, fortalecer los controles fitosanitarios y ampliar la certificación de calidad para cumplir con los exigentes estándares internacionales.

Bolivia tiene una gran oportunidad para consolidarse como un actor clave en la producción y exportación de maní en la región, promoviendo el desarrollo agrícola y generando mayores ingresos para los productores y la economía nacional.

Fuente: IBCE, Juan Alfaro y Susana Iriarte
Redacción: Publiagro