La planta procesadora de aceite vegetal y aditivos, construida por el Gobierno en Villa Montes, enfrenta serias dudas sobre su viabilidad operativa debido a la falta de materia prima en la región. Según información proporcionada por el diputado Eloy Maraz, la planta, ubicada en la comunidad de Macororo, requiere un abastecimiento diario de 200 toneladas de semillas oleaginosas para su funcionamiento. Sin embargo, la producción local dista mucho de alcanzar esa cifra, generando incertidumbre sobre su futuro.

De acuerdo con los datos recabados, en el año 2022 en Villa Montes se logró acopiar apenas 19 toneladas de semillas de Macororo, mientras que en 2023 la cifra aumentó a poco más de 40 toneladas en todo el año. Esto evidencia un enorme déficit productivo, ya que la planta necesitaría en un solo día casi cinco veces más de lo que se acopió en todo un año.

El diputado Maraz advirtió que parte de la producción registrada en años anteriores se ha perdido debido a una falta de planificación y gestión eficiente. Según sus declaraciones, una cantidad significativa de la materia prima almacenada terminó echándose a perder, lo que refleja un total descuido en la administración del proyecto.

«El año 2022 en Villa Montes se logró acopiar apenas 19 toneladas de semillas de Macororo, mientras que en 2023 la cifra aumentó a poco más de 40 toneladas en todo el año. Esto evidencia un enorme déficit productivo, ya que la planta necesitaría en un solo día casi cinco veces más de lo que se acopió en todo un año»

A pesar de estos problemas, el Gobierno ha destinado más de 400 millones de bolivianos para fomentar la producción agrícola en la región y garantizar el abastecimiento de la planta. Sin embargo, el bajo rendimiento productivo plantea dudas sobre la efectividad de estos recursos y la factibilidad de alcanzar los volúmenes requeridos para el funcionamiento pleno de la industria.

Otro punto que genera inquietud es el estado de la construcción de la planta. El diputado Maraz indicó que desconoce los detalles específicos de los plazos de culminación, aunque mencionó que la fecha de entrega ya había sido modificada anteriormente. Según la última información disponible, se tenía previsto que la planta estuviera lista para su funcionamiento en febrero de 2025, pero no se ha confirmado si este plazo se mantiene o si habrá nuevos retrasos.

La incertidumbre sobre la materia prima, sumada a los retrasos en la construcción, pone en duda la operatividad y sostenibilidad de este ambicioso proyecto estatal. Mientras tanto, los productores de la región y las autoridades locales exigen soluciones concretas para garantizar que la planta no se convierta en una obra de infraestructura sin utilidad práctica.

Fuente: Radio Soberanía
Redacción: Publiagro