El cultivo de la palta variedad Hass es una alternativa prometedora para los agricultores bolivianos, especialmente en regiones como Santa Cruz, Cochabamba, Sucre, Tarija y Beni, donde se ha demostrado su adaptación exitosa. Esta variedad, reconocida por su alta calidad y demanda en el mercado internacional, no requiere un manejo agronómico intensivo, pero sí es necesario seguir ciertas recomendaciones para garantizar una producción óptima.
Javier Solís, ingeniero agrónomo especializado en la producción de palta en Perú, comparte su experiencia y conocimientos para impulsar la innovación en la producción de palta en Bolivia. Solís explica que, aunque las condiciones climáticas en el país son favorables, el tipo de suelo es un factor crucial para el éxito del cultivo.
Condiciones óptimas para el cultivo de la palta Hass
Suelos: Los suelos ideales para cultivar palta son francos, preferentemente bien drenados y ricos en materia orgánica. Solís advierte que, aunque los suelos arcillosos también pueden ser utilizados, no son la opción preferida debido a su menor capacidad de drenaje. Es fundamental realizar análisis de suelo para determinar las necesidades específicas de fertilización y enmiendas.
Altitud y Temperatura: La palta Hass se adapta bien en altitudes que oscilan entre 1.000 y 2.000 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, es sensible a temperaturas extremas, por lo que temperaturas inferiores a -1°C pueden causar daños significativos a la planta.
Precipitación: Se requiere una precipitación anual de aproximadamente 1.200 mm, distribuida uniformemente a lo largo del año. Las sequías prolongadas o el exceso de lluvia durante la floración o el cuajado de frutos pueden afectar negativamente al cultivo.
Adaptación en Diferentes Zonas del País: Las plantaciones de palta han mostrado una buena adaptación en varias regiones de Bolivia, como Sucre, Tarija, Cochabamba y Santa Cruz. Incluso en zonas como el Beni, donde ya se han realizado pruebas de instalación, se está logrando una adaptación exitosa.
Manejo de la plantación
Densidad de siembra: Se recomienda una densidad de 540 plantas por hectárea, con distancias de plantación de 5×5 metros. Esta alta densidad favorece una mayor producción por unidad de área y optimiza el espacio disponible para el cultivo.
Polinización: La palta Hass presenta una floración sincrónica, en la que las flores pueden abrirse como masculinas y luego como femeninas. Para mejorar la polinización y asegurar una mayor cuaja de frutos, es recomendable intercalar plantas de otras variedades, como la Fuerte.
Trasplante: El trasplante de los plantines se realiza entre los 7 y 8 meses de edad, una vez que han pasado el proceso de aclimatación y están listos para ser cultivados en el campo.
¨El manejo agronómico de la palta Hass en Bolivia requiere una atención meticulosa a varios factores, como las condiciones climáticas, el tipo de suelo, la polinización, el control fitopatológico, el riego, la fertilización y las técnicas de cosecha y postcosecha¨
Sistema de riego y fertilización
Riego: Solís recomienda la instalación de un sistema de riego por goteo para asegurar una humedad constante en el suelo.¨ Es fundamental evitar el encharcamiento, ya que este puede afectar el sistema radicular y comprometer el desarrollo de la planta¨.
Fertilización: La fertilización debe basarse en análisis de suelo y tejido vegetal. Ajustar las dosis de nutrientes de acuerdo con las necesidades específicas del cultivo es esencial para asegurar el crecimiento saludable de la palta. El fertirriego es una práctica común que permite suministrar los nutrientes de manera eficiente y directa a las raíces.
Manejo de plagas y enfermedades
El manejo adecuado de plagas y enfermedades es crucial para mantener la salud del cultivo de palta. Algunas de las plagas más comunes son trips y ácaros, que afectan especialmente durante la floración. El uso de insecticidas específicos y la implementación de un manejo integrado de plagas (MIP) son prácticas esenciales para el control efectivo.
Enfermedades: El hongo Lasiodiplodia es una de las principales amenazas para el cultivo de la palta Hass. La aplicación preventiva de fungicidas a base de cobre es recomendable para prevenir y controlar esta enfermedad.
Cosecha y postcosecha
Cosecha: La madurez de la palta Hass se determina evaluando el contenido de materia seca, que debe ser superior al 21.5%. Realizar evaluaciones periódicas del fruto es clave para determinar el momento adecuado para la cosecha.
Postcosecha: La palta Hass es conocida por su resistencia al transporte y almacenamiento, lo que la convierte en una variedad ideal para la exportación. Sin embargo, es esencial mantener condiciones adecuadas de temperatura y humedad para preservar la calidad del fruto hasta que llegue al consumidor final.
¨El manejo agronómico de la palta Hass en Bolivia requiere una atención meticulosa a varios factores, como las condiciones climáticas, el tipo de suelo, la polinización, el control fitopatológico, el riego, la fertilización y las técnicas de cosecha y postcosecha¨. Implementar estas buenas prácticas contribuirá al éxito y sostenibilidad de la producción de palta en el país, convirtiéndola en una alternativa rentable para los agricultores y una opción de exportación viable.
Fuente: Javier Solís
Redacción: Publiagro