La limpieza de las ubres de las vacas es un aspecto esencial en la producción de leche, ya que no solo garantiza la calidad e inocuidad del producto final, sino que también protege la salud del animal. Daniel Delitte, asesor y productor de leche en la Cabaña Dolores de Buena Vista, enfatizó la relevancia del aseo, especialmente para prevenir la mastitis, una de las principales afecciones en vacas lecheras.
“La limpieza durante el ordeño tiene que ser manual, con productos que generan espuma para eliminar toda la materia orgánica con papel toalla. Luego se realiza el despunte (la extracción manual de los primeros chorros de leche) y, finalmente, se inicia la succión”, explicó Delitte.
El proceso de limpieza, detalló, debe imitar el movimiento que realiza un ternero con la boca al mamar, ya que esta acción estimula el cerebro de la vaca para liberar la leche. Para garantizar una adecuada higiene, es crucial eliminar el polvo y suciedad, aplicar un predipping (desinfección de los pezones) y minimizar así la presencia de patógenos ambientales como Streptococcus uberis y Escherichia coli.
Delitte también destacó que muchas infecciones de mastitis ocurren durante el ordeño debido a fallas en los protocolos o equipos mal calibrados.
Factores que contribuyen a un proceso de infección
- Problemas de vacío, pulsaciones y colectores.
- Uso de pezoneras mal adaptadas (muy rígidas, flexibles o con dimensiones incorrectas).
- Falta de mantenimiento en los equipos, limpieza insuficiente y defectos como el deslizamiento o reflujo de leche.
- Procedimientos inadecuados, como el retiro brusco de los conjuntos o el sobre ordeño.
“La limpieza durante el ordeño tiene que ser manual, con productos que generan espuma para eliminar toda la materia orgánica con papel toalla. Luego se realiza el despunte (la extracción manual de los primeros chorros de leche) y, finalmente, se inicia la succión”
Tecnología
En cuanto a los equipos utilizados durante el ordeño, Delitte recomendó el uso de pulsadores electrónicos por su mayor eficiencia en comparación con los neumáticos, los cuales a menudo no están correctamente calibrados.
“No teman usar los pulsadores electrónicos, son de mantenimiento muy bajo y muy funcionales. Creo que todos debemos trabajar con ellos”, afirmó.
Los pulsadores electrónicos funcionan como válvulas que alternan la entrada de aire y vacío entre la pezonera y el porta pezonera, permitiendo una acción de succión eficiente sobre el pezón. Esta tecnología ayuda a reducir los riesgos de infecciones y mejora la experiencia de ordeño tanto para el productor como para el animal.
La correcta limpieza de las ubres, junto con el uso adecuado de tecnología moderna, es esencial para obtener leche de alta calidad, proteger la salud del ganado y optimizar la productividad en los sistemas lecheros.
Fuente: Daniel Delitte
Redacción: Publiagro