El comercio exterior de Bolivia registró una notable disminución en los primeros once meses del 2024, tanto en las exportaciones como en las importaciones, lo que llevó al país a cerrar este período con un déficit comercial significativo.
Entre enero y noviembre del 2024, las exportaciones bolivianas totalizaron 8.247 millones de dólares, lo que representa una disminución del 19% en comparación con el mismo período del 2023. En términos absolutos, las ventas externas del país cayeron en 1.923 millones de dólares en este lapso, reflejando un escenario preocupante para la economía nacional.
Por otro lado, las importaciones también experimentaron una baja significativa durante este mismo período. Bolivia importó 8.840 millones de dólares entre enero y noviembre del 2024, lo que implica una reducción de 1.687 millones de dólares en comparación con el 2023, equivalente a una caída del 16% en valor.
El saldo comercial, que mide la diferencia entre exportaciones e importaciones, fue negativo. A noviembre del 2024, Bolivia registró un déficit comercial de 593 millones de dólares, lo que evidencia que el país importó más de lo que exportó.
Factores que influyeron en la caída del comercio exterior
El descenso en las exportaciones se atribuye principalmente a la caída de los precios internacionales de las materias primas, como el gas natural y los minerales, productos clave en la canasta exportadora de Bolivia. Asimismo, factores internos, como la reducción de la producción en algunos sectores estratégicos, también contribuyeron a la disminución de las ventas externas.
En cuanto a las importaciones, la caída se explica por una reducción en la demanda interna de productos y por las medidas adoptadas por el Gobierno para limitar la salida de divisas, lo que afectó la compra de bienes en el exterior.
El déficit comercial registrado hasta noviembre del 2024 contrasta con los años anteriores, en los que Bolivia mantenía un saldo positivo o equilibrado en su balanza comercial. Este déficit plantea desafíos importantes para la economía del país, que depende en gran medida de sus exportaciones para obtener ingresos en divisas.
Perspectivas para el 2025
De cara al 2025, el Gobierno boliviano deberá implementar estrategias para fortalecer las exportaciones y diversificar los mercados de destino, así como incentivar la producción nacional. Asimismo, es fundamental buscar acuerdos comerciales que permitan mejorar las condiciones de exportación y reducir la dependencia de un pequeño grupo de productos tradicionales.
La situación actual evidencia la necesidad de políticas que promuevan la industrialización y la transformación de materias primas en productos con mayor valor agregado, lo que podría mejorar los ingresos por exportaciones y equilibrar la balanza comercial en el futuro.
Fuente: IBCE
Redacción: Publiagro