Dentro del proceso de certificación y fiscalización de semillas y plantines de palta, es fundamental que cada interesado, ya sea persona jurídica o natural, cumpla con los requisitos establecidos para garantizar la calidad del material vegetal. Según Hugo Ramiro Flores, inspector técnico de semillas del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), el primer paso es obtener un registro de productor de semillas, para lo cual se debe llenar un formulario correspondiente ante el INIAF.
Importancia del registro y fiscalización
El viverista también debe trabajar en el registro de su vivero ante el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag). Este registro es esencial para garantizar que tanto el INIAF como el Senasag puedan verificar la calidad de los plantines producidos en un vivero específico.
“Este trabajo deberá cumplir ciertos parámetros y normativas que regimos con el INIAF, y eso deberá llevarse a cabo durante todo el proceso de producción del plantín”, explicó Flores, quien destacó la importancia de la fiscalización en cada etapa de la producción.
Parámetros de calidad en los viveros
El trabajo en los viveros incluye la aplicación de determinaciones específicas por parte del INIAF. Estos parámetros de calidad abarcan la evaluación de los plantines, tanto en su portainjerto como en el material injertado.
“Este trabajo deberá cumplir ciertos parámetros y normativas que regimos con el INIAF, y eso deberá llevarse a cabo durante todo el proceso de producción del plantín”
Además, se exige la realización de análisis de laboratorio requeridos por el Senasag, los cuales deben llevarse a cabo en laboratorios acreditados por esta institución. Estos análisis son esenciales para determinar la ausencia de enfermedades y patógenos, garantizando que los plantines cumplan con los estándares de calidad necesarios.
Certificación rápida y accesible
Flores subrayó que cada productor debe asegurarse de utilizar semillas o plantines certificados, adquiridos de empresas calificadas y responsables. “Lo importante es que aquel productor que quiera implementar a campo debe hacerlo con material de calidad y verificado tanto por el INIAF como por el Senasag”, enfatizó.
Respecto al tiempo necesario para la obtención de la certificación, el inspector técnico destacó que el proceso es rápido y eficiente. “Hay que tomar en cuenta que el tiempo para la entrega de certificación es rápido, no demora, incluso en una semana ya tiene la certificación”, concluyó.
Este riguroso proceso de certificación y fiscalización garantiza que el material vegetal disponible en el mercado cumpla con los estándares de calidad, promoviendo una producción agrícola sostenible y rentable.
Fuente: Hugo Ramiro Flores
Redacción: Publiagro