La industria oleaginosa exportadora manifestó su sorpresa y declaró emergencia tras la decisión del Gobierno Nacional de suspender las exportaciones de aceite, calificándola como una medida injustificada que afecta directamente a toda la cadena productiva.

Según los representantes del sector, el Ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, había confirmado hace apenas dos días que existían 39 mil toneladas de aceite disponibles, cantidad suficiente para cubrir la demanda interna del país. Sin embargo, pese a estas declaraciones y a las verificaciones realizadas en el terreno, el Gobierno decidió suspender las exportaciones, decisión que la industria considera perjudicial y arbitraria.

¨La suspensión afecta gravemente a la cadena productiva oleaginosa, comprometiendo la seguridad jurídica y poniendo en riesgo los mercados internacionales de soya y sus derivados. Esta situación podría generar una disminución significativa en la generación de divisas, que son vitales para la economía nacional en el contexto actual¨, señala el comunicado emitido por la Cámara de Exportadores (CADEX) y la Cámara de Industrias Oleaginosas de Bolivia (CANIOB).

Asimismo, la medida impacta directamente en los agricultores, quienes podrían enfrentar problemas de financiamiento para la compra de grano. Esto, a su vez, podría derivar en una menor producción de soya durante los meses de enero y febrero, incrementando aún más los costos de esta materia prima. La crisis podría repercutir en una reducción de los productos derivados de la soya, esenciales para el mercado interno.

«La suspensión afecta gravemente a la cadena productiva oleaginosa, comprometiendo la seguridad jurídica y poniendo en riesgo los mercados internacionales de soya y sus derivados. Esta situación podría generar una disminución significativa en la generación de divisas, que son vitales para la economía nacional en el contexto actual¨

Responsabilidad sobre el abastecimiento interno
La industria oleaginosa asegura que está cumpliendo con su compromiso de abastecer el mercado interno entregando el aceite a los distribuidores. Sin embargo, subraya que el Gobierno debe garantizar que el producto no sea desviado al contrabando y combatir la especulación en los mercados.

El sector recordó las dificultades que enfrentó recientemente debido a un bloqueo de 24 días y un desabastecimiento de diésel que duró dos meses, complicando seriamente la logística de distribución. A pesar de estas adversidades, aseguran estar haciendo grandes esfuerzos por cumplir con sus obligaciones.

Llamado a soluciones estructurales
Finalmente, los representantes de la industria oleaginosa señalaron la necesidad urgente de buscar soluciones de fondo para los problemas estructurales del modelo actual de cupos y control de precios del aceite, vigente desde 2010. Este sistema, afirman, ya no es sostenible ni responde a las necesidades actuales de la economía del país.

«La sostenibilidad de nuestras industrias y de toda la cadena productiva oleaginosa está en juego», concluyeron, instando al Gobierno a reconsiderar su postura y priorizar el desarrollo del sector productivo.

Fuente: CADEX y CANIOB
Redacción: Publiagro