En un esfuerzo por controlar la propagación de la gripe aviar en los Estados Unidos, el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA) emitió una orden federal que exige la realización de pruebas en el suministro nacional de leche. Este mandato responde al creciente número de casos del virus H5N1 detectados en ganado lechero desde su aparición en una vaca de Texas en marzo. Desde entonces, el mal se extendió a más de 710 rebaños en 15 estados, encendiendo las alarmas por su potencial impacto en la industria láctea y la salud pública.

CBS News señaló que la orden federal otorga a los reguladores la autoridad para realizar pruebas en muestras de leche en distintas etapas del proceso, desde las granjas hasta el transporte y procesamiento. Además, los laboratorios privados estarán obligados a reportar cualquier resultado positivo, fortaleciendo así la vigilancia nacional.

Según el Secretario de Agricultura, Tom Vilsack, esta medida busca identificar focos de infección, monitorear tendencias y ayudar a los estados a contener el virus, garantizando tanto la seguridad de los animales como la de los trabajadores agrícolas.

Propagación del virus y estado actual
Desde su detección inicial, el virus H5N1 se expandió rápidamente, afectando gravemente a la industria en los Estados Unidos. Más de 710 rebaños en 15 estados han reportado infecciones, siendo California el estado más afectado, con cerca de 500 casos confirmados. La rápida propagación ha encendido las alarmas tanto en los sectores agrícolas como en el ámbito de la salud pública.

En paralelo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han registrado 58 casos de infección en humanos este año, de los cuales 31 se encuentran en el Estado Dorado. Aunque la mayoría de estos casos corresponden a trabajadores de la industria láctea y avícola, dos contagios han desconcertado a los expertos debido a la falta de contacto identificado con fuentes de infección conocidas. Este hecho ha suscitado preocupaciones sobre una posible transmisión humano-humano, lo que podría aumentar el riesgo de una pandemia.

«Esta medida busca identificar focos de infección, monitorear tendencias y ayudar a los estados a contener el virus, garantizando tanto la seguridad de los animales como la de los trabajadores agrícolas.»

Cuál es la estrategia nacional para abordar el virus
Como parte de una respuesta integral, el USDA lanzó la Estrategia Nacional de Pruebas de Leche, un programa diseñado para reforzar la detección y contención del virus H5N1 en el suministro lácteo. Esta iniciativa comenzará a implementarse en estados clave, incluidos California, Colorado, Michigan, Misisipi, Oregón y Pensilvania, considerados prioritarios debido a la prevalencia de infecciones.

La orden federal establece tres medidas fundamentales:
Pruebas en leche cruda: Se exige a las entidades responsables de granjas, transportadores y estaciones de transferencia proporcionar muestras de leche cruda para análisis, cuando sean solicitadas.

Información epidemiológica: Los propietarios de rebaños infectados deben proporcionar datos detallados para facilitar actividades como el rastreo de contactos y la vigilancia de enfermedades.
Notificación obligatoria: Los laboratorios privados y veterinarios estatales deberán reportar inmediatamente los resultados positivos al USDA para reforzar la coordinación nacional.

Según el Secretario de Agricultura, Tom Vilsack, esta estrategia tiene como objetivo no solo controlar el virus a nivel regional, sino también detener su propagación a nivel nacional, brindando a los agricultores mayor seguridad para proteger tanto sus rebaños como su propia salud.

Riesgos asociados al consumo de leche
Las autoridades de salud en California detectaron posibles rastros de H5N1 en leche y crema crudas producidas por la empresa Raw Farm, ubicada en Fresno. En respuesta, se ordenó el retiro inmediato de varios productos y la cuarentena de la granja para evitar la propagación del virus.

Aunque hasta ahora no se han confirmado casos de transmisión del virus a través del consumo de leche infectada, los expertos advierten sobre posibles riesgos, especialmente en productos no pasteurizados. La pasteurización, proceso que utiliza calor para eliminar patógenos, sigue siendo considerada segura, según aseguran las autoridades sanitarias federales.

Sin embargo, el consumo de leche cruda, que no pasa por este proceso, representa un mayor peligro debido a la posible presencia de bacterias y otros agentes infecciosos, como lo han señalado estudios previos y organismos de salud.

Fuente: CAO
Redacción: Publiagro