Los productores de cerdos de la zona de San Pedro, en el municipio de El Torno, expresan su preocupación ante la proliferación de proyectos de urbanización en tierras que están legalmente destinadas a la producción agrícola y ganadera. Según Alcides Iriarte, presidente de la Asociación de Productores de Cerdos de San Pedro, estos desarrollos urbanísticos representan una amenaza directa para la sostenibilidad de las actividades productivas que sostienen a la región. Iriarte subraya que la zona cuenta con una ley municipal que la define como área productiva y un decreto supremo que ordena respetar tales zonas, lo cual debería frenar los intentos de urbanización.
«Nosotros, como zona productiva, vemos que estas urbanizaciones nos afectan enormemente, ya que no deberían permitirse barrios ni viviendas en zonas cercanas a las granjas. Contamos con una ley municipal que nos respalda y establece que esta es una zona productiva», explica Iriarte.
El líder de los porcicultores denuncia que empresas urbanizadoras están adquiriendo terrenos mediante engaños, disfrazando sus proyectos de «miniquintas» cuando en realidad se trata de lotes de apenas mil metros cuadrados dentro de propiedades más amplias, de unas 20 hectáreas.
«Estas tierras ya están saneadas por el INRA, y hemos invertido todo nuestro capital en este lugar. Pedimos a las autoridades su intervención para que nos apoyen y protejan nuestras inversiones. Hemos dado todo por nuestras granjas, y ahora nuestro patrimonio está en riesgo»
Erman Toledo, otro productor de cerdos en El Torno, detalla que ha trabajado durante 13 años en el desarrollo de su granja, la cual ha crecido de manera significativa en estos años. Él, junto a otros productores, percibe que la urbanización representa una amenaza directa para el futuro de su actividad.
«El terreno que se está urbanizando está destinado a ser zona rural, y estas áreas están diseñadas para producir. No solo es el sustento de nuestras familias, sino que también generamos empleo directo e indirecto en la región», enfatiza Toledo.
La preocupación de los porcicultores no es solo por la invasión urbanística actual, sino también por las posibles demandas futuras de quienes compren estos terrenos.
«Lo que tememos es que en unos años, las personas que hayan adquirido estos terrenos comiencen a exigir derechos sobre la zona y pretendan que nuestras granjas se cierren. No vamos a permitir que se instalen urbanizaciones en nuestra área productiva», añade Toledo con determinación.
Roberto Sejas, otro productor comprometido con la cría de cerdos en San Pedro, señala que la inversión en infraestructura y en el desarrollo de sus granjas ha sido considerable.
«Estas tierras ya están saneadas por el INRA, y hemos invertido todo nuestro capital en este lugar. Pedimos a las autoridades su intervención para que nos apoyen y protejan nuestras inversiones. Hemos dado todo por nuestras granjas, y ahora nuestro patrimonio está en riesgo», concluye Sejas.
La situación en San Pedro es un reflejo de la tensión que se vive en muchas regiones productivas del país, donde el avance de la urbanización amenaza con desdibujar las zonas agrícolas y ganaderas, poniendo en peligro la seguridad alimentaria y la economía rural.
Fuente: Publiagro