La preparación de una vaca lechera en el periodo de preparto, desde el secado hasta el posparto, es fundamental para garantizar no solo la salud del animal, sino también la calidad y cantidad de leche que producirá. Durante esta etapa crucial, se ponen las bases para una lactancia exitosa y se cuida el desarrollo del ternero que está gestando. Fabricio Pereson, médico veterinario, subraya la importancia de un manejo integral en las cuatro semanas previas al parto, destacando todos los aspectos que deben tomarse en cuenta para asegurar el bienestar y rendimiento de la vaca.
La fase de secado
En esta fase, el organismo de la vaca se prepara para el nuevo ciclo de producción y el crecimiento fetal. Pereson señala que la dieta debe ser balanceada en energía, proteínas, vitaminas y minerales, sobre todo en calcio y fósforo, para evitar problemas metabólicos.
«Es esencial controlar el exceso de energía para evitar la acumulación de grasa en el hígado y otros problemas metabólicos», explica el veterinario, y añade que el calcio es fundamental para prevenir la fiebre de leche.
«Es esencial controlar el exceso de energía para evitar la acumulación de grasa en el hígado y otros problemas metabólicos»
Período de preparto
Durante las últimas semanas antes del parto, las vacas experimentan un periodo de transición crítico. En este momento, requieren un ajuste dietético importante que les permita soportar el inicio de la lactancia, lo cual implica una dieta de mayor densidad energética. La inclusión de carbohidratos de fácil fermentación es esencial, así como el mantenimiento de la fibra efectiva para la salud ruminal, previniendo problemas como la acidosis.
Pereson también recomienda la suplementación de vitamina E y selenio, que ayuda a mejorar la inmunidad, reduciendo el riesgo de infecciones como la mastitis, una preocupación común en esta fase.
Fase de posparto
Después del parto, la vaca entra en una etapa de alta demanda energética debido a la producción de leche.
«Aquí es fundamental mantener una dieta rica en energía y proteína de alta calidad», destaca. Además, señala que el aporte de calcio es crucial para prevenir la hipocalcemia, una condición común en este periodo, así como la reposición de minerales y vitaminas esenciales que ayudan a evitar deficiencias y problemas de salud.
Control del estrés y bienestar animal
Pereson subraya que el control del estrés térmico y ambiental es esencial para el bienestar de la vaca lechera, y recomienda mitigar la presencia de moscas, proporcionar sombra, agua de calidad y un ambiente espacioso y cómodo. “Es necesario garantizar que los animales estén en un espacio amplio, con buena dieta y productos nutricionales adecuados para cada etapa”, menciona.
Sales aniónicas: un elemento clave
Un recurso interesante en esta fase son las sales aniónicas, que inducen una acidosis metabólica compensada y elevan los niveles de calcio en la sangre, previniendo problemas comunes en el parto.
«Las complicaciones más frecuentes son la retención de placenta, partos difíciles o distócicos, y enfermedades como la mastitis en los primeros 90 días de lactancia», agrega Pereson.
La adecuada nutrición y manejo en el preparto no solo optimizan la producción de leche, sino que también mejoran la calidad de vida de la vaca y el ternero, ofreciendo beneficios duraderos para los productores lecheros.
Fuente: Fabricio Pereson
Redacción: Publiagro