La sanidad animal juega un papel crucial en la producción lechera, ya que las enfermedades pueden tener efectos directos y significativos en varios aspectos de esta actividad, tales como la reducción en la cantidad de leche producida, disminución en la fertilidad de las vacas, retraso en la pubertad, afectación en la calidad de la leche y una menor conversión alimenticia.
El doctor Carlos Eduardo Rojas explica que el primer impacto visible cuando no se garantiza una buena sanidad animal en la producción lechera es el aumento en la mortalidad tanto de animales adultos como jóvenes debido a distintos problemas sanitarios. Rojas señala que uno de los efectos directos de una mala sanidad es la disminución en la producción, la cual puede manifestarse como una pérdida subclínica, es decir, aquella que pasa desapercibida para el productor.
“Podemos tener pérdidas entre un 15% y un 40% en la producción lechera, debido a parásitos, enfermedades virales, problemas reproductivos, entre otras causas. Eso el productor no lo mide, porque es lo que se está dejando de producir¨, explicó.
En cambio, cuando ocurren problemas nutricionales o situaciones de estrés abruptas, la producción cae y eso sí es visible. Sin embargo, en el caso de la sanidad, cuando no se gestiona adecuadamente, pasan desapercibidos los ingresos que se están dejando de percibir”.
“Podemos tener pérdidas entre un 15% y un 40% en la producción lechera, debido a parásitos, enfermedades virales, problemas reproductivos, entre otras causas. Eso el productor no lo mide, porque es lo que se está dejando de producir¨
Rojas menciona que, ante esta situación, es común que algunos productores lecheros opten por comprar más vientres para aumentar la ordeña y, así, incrementar en un 20% o 25% su producción lechera.
No obstante, esta estrategia puede acarrear diversos problemas, como la introducción de animales enfermos que propaguen nuevas enfermedades al rebaño, lo que empeora la situación de salud y productividad en la finca.
Importancia de la salud animal para mejorar la producción lechera
Rojas enfatiza la necesidad de entender que, sin una buena salud animal, cualquier esfuerzo de mejora en la propiedad tendrá resultados limitados. «Se puede estar dejando de percibir todo lo que realmente podría producirse si se garantizara la sanidad animal», puntualiza.
Para optimizar la sanidad animal y, por consiguiente, la producción lechera, se recomienda seguir los siguientes pasos:
- Implementar planes sanitarios bien estructurados, junto con protocolos de sanidad estrictamente seguidos.
- Mantener un ambiente limpio y saludable para las vacas.
- Detectar oportunamente a los animales enfermos o en dolor.
- Proporcionar una alimentación de calidad a las vacas.
- Monitorear la salud del ganado para reducir la gravedad de problemas de sanidad.
Además, otros factores que pueden afectar la producción de leche incluyen las condiciones climáticas, la frecuencia de ordeño, el estado de gestación y la duración del período seco de las vacas.
Fuente: Carlos Eduardo Rojas
Redacción: Publiagro